Sin bigote, que se lo había afeitado Raíllo en el mismo vestuario de Anduva, y con el albornoz del Gran Hotel Lakua de Vitoria, llegó Abdón Prats al Aeropuerto de Bilbao. Su inmensa cara de felicidad por el ascenso también reflejaba que la noche había sido larga, tanto que eran pasada las once de la mañana cuando se pudo ver esta insólita estampa. Las carcajadas de sus compañeros y del resto de la expedición mallorquinista no ruborizaban al artanenc, que ya había prometido en más de una ocasión que lo celebraría a lo grande si el equipo de su corazón regresaba a Segunda División.

El 'pichichi' bermellón, con doce goles, lideró una fiesta que quedará para siempre en su retina. Incluso Bonilla, con un pinzamiento lumbar que le obligó a ser sustituido a los cincos minutos del partido ante el Mirandés, se olvidaba por momentos que estaba en una silla de ruedas para no agravar sus molestias. Es el DJ oficial de la plantilla, pero también uno de los más bromistas del equipo. Incluso se atrevió a atender a los periodistas en calzoncillos durante la celebración sobre el césped de Anduva. Después de festejarlos con los hinchas desplazados, el restaurante Sagartoki fue el escenario en el que se cogieron fuerzas para la noche más deseada de la temporada.

Con el resto de clientela a su lado, la plantilla demostró que tenía ganas de pasárselo bien. Los discursos empezaron a sucederse y especialmente aplaudido fue el del capitán Xisco Campos, otro que, junto a Damià Sabater, estaba especialmente feliz. Era el momento de pasarse de la raya después de tantos meses de sacrificios en todos los sentidos. Por una vez no había que cuidar la alimentación ni beber solo agua. El pub Mario's, en el centro de la capital alavesa, recogió el testigo de un grupo que irradiaba felicidad por los cuatro costados y que tuvo fuerzas para bailar como si no hubiera final. Porque ya en el avión en dirección a Madrid entonaron algunos cánticos dignos de los Supporters Mallorca golpeando el techo.

El buen humor continuó en la espera en Barajas e incluso algunos, como Giner y Cano, aprovecharon para jugar a los videojuegos. Ya en el vuelo a la isla, con el comandante dando la enhorabuena a los héroes del ascenso, Cedric y Raíllo, entre otros, aprovecharon para echar una cabezadita con la intención de coger fuerzas para la fiesta en Cort. Esa es otra historia, pero también con final feliz. Se lo han ganando.