Inmensa alegría y explosión de júbilo entre la afición del Mallorca que se citó en la popular plaza de Ses Tortugues de Palma para celebrar un esperado y deseado ascenso a Segunda. "¡A Segunda, oeee; a Segunda, oeee!" y "¡Mallorca, Mallorca!" fueron los cánticos más escuchados por una hinchada que enloqueció tras el pitido final que otorgaba el ascenso.

La plaza se tiñó de rojo. Los aficionados se citaron allí, lugar emblemático de celebraciones deportivas, para presenciar la retransmisión del partido gracias a la colocación de una televisión gigante a cargo de IB3 Televisió y el Ajuntament de Palma. Horas antes del inicio del duelo en Anduva ya hubo mallorquinistas que acudieron para animar desde Palma a su equipo. El duelo se vivió intensamente aunque la tensión de lo que estaba en juego propició que hasta escasos minutos del pitido final la afición no celebrase volver a la categoría de plata.

Los aficionados del Mallorca celebran el ascenso en la plaza de las Tortugues

Los aficionados del Mallorca celebran el ascenso en la plaza de las Tortugues

"Somos de Segunda", gritó Jaume Estrany, que llevaba una camiseta del Mallorca con el número 20 en la espalda y el nombre de Nadal. "Estoy muy feliz por volver a donde nunca tuvimos que bajar", añadió.

A su lado estaba Biel Sunyer. "Fin de semana glorioso, la verdad. Anoche -para el lector la noche del sábado a domingo- también estuve aquí para celebrar la décimo tercera Copa de Europa del Real Madrid y ahora el Mallorca sube. Increíble", manifestó muy emocionado.

El jolgorio y la multitudinaria concentración de aficionados bermellones no pasó desapercibida por los transeúntes, especialmente por los turistas que habitualmente pasean por esas céntricas calles de Palma. Fueron muchos de ellos lo que, con móvil en mano, inmortalizaron ese inesperado encuentro en su paseo.

También estuvieron en la plaza los aficionados del Salmantino que por la mañana habían estado animando a su equipo que eliminó al Poblense del ascenso a Segunda B.

El ex portero israelí Dudu Aouate y el expresidente Monty Galmés tampoco quisieron perderse la cita y estuvieron en la plaza. Su presencia no pasó desapercibida.

"Estamos muy contentos. Culminamos una gran temporada. No obstante, nunca hubiéramos tenido que bajar. Esperemos que no se repitan los errores", indicó a duras penas Eli Pomar que apenas tenía voz de tanto gritar.

El máximo rival deportivo del Mallorca, el Atlético Baleares, fue citado en numerosas ocasiones por la afición rojilla. El más escuchado fue "Balearico el que no bote" mientras toda la plaza de Ses Tortugues botaba.

El ascenso dejó para el final los gritos, bengalas, petardos y el esperado y ansiado baño. Si bien la fuente estuvo protegida por verjas y por fuerza pública, media hora después de la finalización del duelo la policía dejó que los aficionados pudieran celebrar el ascenso dentro de la fuente.

Instantes en los que integrantes de la conocida peña Es Berros desplegaron muchas de las pancartas que en la presente temporada han lucido en los distintos partidos en Son Moix.

Otros aficionados celebraron el ascenso paseando con su vehículo por Palma y haciendo sonar su claxon.