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El grupo de Sarver pagará de su bolsillo ocho millones de pérdidas

El dinero para cubrir el agujero del pasado ejercicio saldrá de los veinte millones de la última ampliación de capital, por lo que los inversores asumirán una notable devaluación de sus acciones - El próximo año se prevé más déficit, unos cinco millones

Robert Sarver, en Son Moix con motivo del partido del Centenario el pasado marzo. manu mielniezuk

El grupo de inversores norteamericanos capitaneado por Robert Sarver pagará de su bolsillo el déficit de casi ocho millones de euros con el que se cerró el pasado ejercicio contable. El dinero saldrá de los veinte millones de euros que inyectaron en la tesorería bermellona el pasado enero cuando se hicieron con la propiedad de la entidad balear a través de una ampliación de capital.

Este movimiento se aprobará en la Junta de Accionistas que tendrá lugar el miércoles 14 de diciembre, tal como recoge el punto cuarto del orden del día: "Reducción del capital social con la finalidad de restablecimiento del equilibrio entre el capital y el patrimonio neto del Club, mediante compensación de pérdidas y por reducción de valor nominal de las acciones representativas del capital, y consecuente modificación de los artículos 5 y 6 de los Estatutos Sociales".

Es decir, las acciones de los inversores sufrirán una notable pérdida de valor. En el club subrayan que antes de desembarcar en el Mallorca los norteamericanos ya eran conscientes de que el ejercicio contable, cerrado a 30 de junio de 2016, iba a arrojar pérdidas millonarias, lo que refuerza su compromiso con la entidad mallorquinista.

Previsiones fallidas

Pero hay más. Según ha podido saber DIARIO de MALLORCA, el actual ejercicio también va a arrojar un importante déficit. En todo caso, los gestores de la entidad esperan que las pérdidas no superen los cinco millones de euros, una cifra sensiblemente inferior a los ocho millones actuales.

La deuda del pasado ejercicio se debe en buena medida a que fue el primer año que el club no disfrutó de la ayuda al descenso, y no encontró ingresos suficientes para equilibrar la balanza. Por ejempo, durante la etapa de Utz Claassen se hicieron unas previsiones sobre entradas de dinero en concepto de márketing que no se cumplieron. En todo caso, hace ya algunos años que el Mallorca arrastra números rojos.

Asimismo, en la entidad justifican que el Mallorca sigue siendo un club sobredimensionado que genera unos gastos fijos elevadísimos. Por ejemplo Son Moix, un estadio faraónico que sangra la tesorería por su costoso mantenimiento.

En todo caso, a los inversores norteamericanos no les preocupa excesivamente el balance contable. Asumen las pérdidas del último ejercicio y las que están por llegar, pero van a seguir gastando en mejorar las infraestructuras. Ya lo hicieron construyendo el 'Players Lounge' (cerca de medio millón de euros) y resembrando el césped de Son Moix por primera vez desde la inauguración del estadio (150.000 euros).

Consideran que, si cortaran el grifo, acabarían asfixiando al club, por lo que están dispuestos a mantener el capítulo del gasto siempre que sea necesario.

La Junta de Accionistas del 14 de diciembre también servirá para votar y aprobar un presupuesto cercano a los once millones de euros. Esta cifra coloca al Mallorca entre los seis equipos con mayor capacidad económica de Segunda División.

El tope salarial -lo que la Liga de Fútbol Profesional permite gastar en nóminas y fichajes- se sitúa en cinco o seis millones de euros, también por encima de la media de la categoría de Plata.

El proyecto de Robert Sarver, Andy Kohlberg y el resto de inversores en la isla es a largo plazo y van a seguir afrontando números rojos, aunque en algún momento el club debería ser capaz de generar los ingresos suficientes para equilibrar la balanza. Está claro que para ello será casi imprescindible ascender a Primera División y volver a participar del pastel televisivo.

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