Fofo abandonó el Mallorca asqueado por la falta de minutos el pasado 29 de enero con dirección a Llagostera, a priori un paso atrás en su carrera pero en donde podía encontrar la motivación que le faltó en Son Moix, primero con Ferrer y después con Gálvez. Pero, transcurrido mes y medio, la elección se antoja equivocada.
El delantero nacido en Palma, permanentemente criticado por su frialdad sobre el terreno de juego, se confesó el pasado martes a la prensa local sobre su estado de ánimo, y no se mordió la lengua, aunque sin perder las formas: “No era esa la entrada que quería. Quiero minutos y, por la razón que sea, no los tengo”, lamentó, resignado a su suerte, el exjugador del Mallorca, que mañana domingo, si el técnico Oriol Alsina no cambia de opinión, verá a sus excompañeros desde el banquillo de los suplentes. Y es que este ha sido su lugar habitual desde su llegada al conjunto gironí, hundido en el pozo de la clasificación y que ante el Mallorca se juega una de sus últimas bazas para engancharse a las plazas de salvación. Desde su llegada al Llagostera, Fofo no ha sido titular en ningún partido y únicamente ha disputado los llamados minutos de la basura, los que le ha concedido un Alsina que, en ‘petit comité’, reconoció que no sabía “dónde ponerlo”. Y eso que fue el propio técnico y director deportivo, marido de la presidenta del club, el que reclamó su fichaje. Pero a la hora de la verdad no le ha dado bola.
Las diferencias entre técnico y jugador se acentuaron en el partido que el pasado fin de semana disputó el conjunto catalán en Elche y que finalizó con empate a uno. Fofo calentó la última media hora del partido sin que al final tuviera el premio de disputar, al menos, unos minutos. La cara del exjugador mallorquinista era todo un poema y su malestar evidente.
Fofo está viviendo un calvario de temporada. Empezó de la peor manera con la derrota en el estreno liguero en Alcorcón, en el que posiblemente ha sido el peor partido del Mallorca en toda la temporada, y eso que ha habido muchos. El punta empezó de titular hasta que Ferrer le sustituyó al cuarto de hora de la segunda parte. Claassen, por entonces presidente y máximo mandatario de la entidad, señaló a Fofo y a su falta de actitud como uno de los principales culpables de la derrota hasta el punto de que, a su entorno más próximo, le llegó a decir que si volvía a jugar, Ferrer sería despedido. Ya no jugó más en Liga.
