La crisis institucional del Mallorca se agudiza. Michael Blum, director general del club y hombre de confianza de Utz Claassen, ha presentado su dimisión y así lo ha comunicado esta mañana al Consejo de Administración.

Blum ya abandonó su cargo como apoderado el pasado mes de marzo, pero en ese momento no dimitió como director general por lo que recibió numerosas críticas.

Ahora, el también periodista y jefe de prensa de Claassen, renuncia a este puesto que venía ocupando durante los últimos meses, por su malestar con el presidente del Mallorca, Biel Cerdà, a quien culpa de la crisis en la que está sumida el club rojillo.

"Ha llegado el momento en el cual no puedo tolerar más los constantes insultos, desprecios y maniobras del presidente del Consejo", alega Blum en su carta dirigida al resto de consejeros. También señala que Cerdà "ha insinuado, declarado e indicado que tiene conocimientos e informaciones

potencialmente muy importantes para la buena marcha del Mallorca. Pero no solamente no ha compartido estas informaciones, y mucho menos ha intentado facilitar la gestión del club, sino que se ha dedicado, más que a nada, a poner pegas y a obstaculizar la misma".

Blum también ha manifestado que para "garantizar una transición óptima a mi sucesor" está dispuesto a continuar en el cargo 15 días más.

El ya exdirector general criticó que había dejado de tener una función ejecutiva desde hace dos semanas se decidiera que cualquier determinación tiene que pasar exclusivamente por el Consejo de Administración.