­Con la derrota del sábado ante el Hércules, José Luis Oltra alcanzó las nueve derrotas que sumó en las temporadas de sus dos ascensos a Primera División, con el Tenerife en la campaña 2008/09, y con el Deportivo en la 11/12, una cifra considerada límite para cualquier equipo que aspire al ascenso.

Oltra no ha dado todavía con la tecla en un equipo confeccionado para subir o, por lo menos, para mantenerse entre los primeros con opciones de ascenso. Pero la realidad y la competición han puesto al equipo en su sitio.

Si las comparaciones son siempre odiosas, las diferencias entre los números del Mallorca con el Tenerife y el Deportivo del ascenso con Oltra son abismales. El conjunto tinerfeño, en el que militaba Alfaro, autor de 21 goles, ganó 24 partidos, con 79 goles a favor y solo 47 en contra. El Mallorca actual suma, en 26 jornadas, 41 goles encajados, solo seis menos que el Tenerife en 42. Por ahí, en la fragilidad de la defensa, hay que buscar muchos de los males del actual equipo de Oltra.

El Deportivo que ascendió en la temporada 11-12 sumó 29 victorias -el Mallorca solo contabiliza nueve-, con 76 goles a favor y 47 en contra, para un total de 81 puntos, que le permitió el ascenso directo empatado con el Zaragoza.

El Mallorca está muy lejos de alcanzar estos números, y solo un esprint de aquí a final de temporada, con una racha de victorias que le impulsen en la clasificación, permitiría al equipo seguir soñando con el ascenso. De momento, y con la derrota del pasado domingo, son ya cuatro las que suma en casa, algunas escandalosas, como la que sufrió ante el Murcia y Zaragoza (2-4) o Sporting (1-3). El equipo no ha sabido mantener una mínima regularidad que le permita, aunque solo fuera por una vez, meterse entre los seis mejores, los que permiten disputar la fase de promoción. Todavía se está a tiempo.