El Mallorca está estudiando la posibilidad de rebajar salarios de forma unilateral a sus futbolistas para la próxima temporada en Segunda División. Los abogados del club ya trabajan en una sentencia favorable al Nàstic de Tarragona del pasado abril en el que consiguió reducir, tras acudir a la justicia ordinaria, el salario de dos de sus futbolistas aduciendo que el descenso a Segunda B no les permitiría tener los mismos ingresos que en la categoría de plata.

La sentencia del juez del Juzgado de lo Social número 2 de Tarragona dio la razón a la entidad grana ante las denuncias de Rodri y Peragón, que habían pasado de cobrar 160.000 y 120.000 euros, respectivamente, a 40.000 euros. La AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) intentó mediar infructuosamente entre los jugadores y el club catalán. El magistrado argumentó su sentencia, firme y sin posibilidad de recurso, en la pérdida de la categoría profesional, con el consiguiente descenso de ingresos, y la reducción del presupuesto para fallar en favor del Nàstic. Fue la primera vez que un juez emitió una sentencia de este tipo, por lo que se abrió la puerta a que otros clubes pudieran aplicar medidas similares.

Y en eso está el Mallorca, consciente de que el coste de la actual plantilla es inasumible en la Liga Adelante. "No es lo mismo actuar en La Scala de Milán que en una verbena de pueblo", explicó ayer a este diario una persona del entorno del club. Es decir, que quiere imitar la iniciativa del conjunto tarragoní para que los salarios sean sustancialmente más bajos, una medida que a buen seguro no gustará entre los futbolistas con contrato en vigor.

El director deportivo, Llorenç Serra Ferrer, inició la ronda de contactos justo después del último entrenamiento del primer equipo tras consumarse el desastre. El pobler se reunió ayer varios minutos con el todavía técnico bermellón Gregorio Manzano, un encuentro que se repetirá hoy en Son Moix y en el que, en principio, se debe dar oficialidad a la despedida del jienense, aunque no cabe descartar sorpresas. Las que sí empezaron a ser decisivas fueron las entrevistas con los jugadores. Sin ir más lejos, Javi Márquez y Antonio López, ambos con contrato vigente, fueron algunos de los que pasaron por el despacho del máximo accionista, aunque hubo más. Ya por la mañana algunos jugadores mostraron su total disposición a seguir en el Mallorca en Segunda División, como Bigas, Kevin, Ximo y Alfaro. Todos ellos recordaron que su vinculación va más allá del 30 de junio, aunque en el caso del delantero onubense su ficha es muy alta. Incluso Pina no descartó su continuidad, aunque este asunto es diferente ya que, aunque dice sentirse "uno de los responsables del descenso", es uno de los candidatos para que sean traspasados tras su excelente rendimiento. El club necesita liquidez y el manchego, junto a Gio, son los que tienen más cotización.

Con un presupuesto que no sobrepasará los doce millones de euros -frente a los 37 millones de euros actuales- el Mallorca vivirá del seguro del descenso -once millones de euros, de los que percibirá dos terceras partes (casi ocho millones) el primer año en Segunda y el resto el siguiente en caso de que continuara en la categoría de plata-, los aproximadamente dos millones que cobrará por los derechos de televisión -ahora percibe 21 de Sogecable- y las ventas de futbolistas.

Los ingresos de la campaña de abonados y publicidad se prevén mínimos, por lo que el club debe luchar para arañar cada euro que pueda. No queda otra para tratar de hacer un equipo lo más competitivo posible de cara al objetivo de regresar, lo antes posible, a una Primera División que jamás se debería haber perdido.