Crisis en el campo

Usos de la lana: Un fertilizante líquido como vía de salida

Camp Mallorquí impulsa un proyecto junto al químico ambiental Esteve Gomila para convertir la lana del esquilado que no sirve en abono con el objetivo de comercializar el producto final o retornarlo al ganadero para utilizar en su explotación. El objetivo es dar un valor a un lana que ahora no tiene

Usos de la lana: Un fertilizante líquido como vía de salida

Usos de la lana: Un fertilizante líquido como vía de salida / DM

Redacción

La lana es un producto que lleva 20 años perdiendo valor. China era el principal consumidor pero ha cerrado la mayoría de importaciones de este producto. Además, en la isla, como handicap se debe trasladar a la península a tratar. Así, la situación de la lana en Mallorca es compleja. De hecho, según los datos de Mallorca Rural, en los últimos diez años, la ganadería ha perdido casi 50.000 ovejas, y se prevé que esta tendencia continúe con una pérdida media anual de 4.000 ovejas. La lana, que antes representaba un ingreso importante para los agricultores, se ha convertido en un residuo difícil de gestionar, afectado por altos costes logísticos y de procesamiento que dificultan su competitividad en el mercado mundial. Por ello, instituciones y entidades trabajan de la mano para impulsar distintas iniciativas que permitan dar una salida a la crisis que vive el sector. Precisamente, una de las alternativas más sostenibles está la de transformar la lana en fertilizante, contribuyendo así a una economía circular a la vez que se reduce la dependencia de fertilizantes importados. Es precisamente el proyecto que capitanea la cooperativa Camp Mallorquí. Así lo explica su gerente Aldo Castelli junto al químico ambiental Esteve Gomila.

Usos de la lana: Fertilizante líquido como vía de salida

Usos de la lana: Fertilizante líquido como vía de salida / DM

En el marco de buscar iniciativas para dar salida a la lana, Camp Mallorquí presentó un proyecto a Mallorca Rural para convertir la lana en fertilizante líquido. El proyecto obtuvo luz verde hace un mes y ahora están en plena fase de pruebas. El gerente de la cooperativa remarca que el proyecto está enmarcado en dar salida a las lanas que no sean de buena calidad. «Algunas explotaciones podrán destinar su lana a hacer compost, otras tendrán lanas de calidad para textil pero el resto es a lo que aspiramos dar una salida».

¿Cómo surgió la idea? Aldo Castelli lo explica de manera clara: «Tenemos mucha lana, entonces, por qué no la convertimos en un fertilizante líquido que directamente se pueda utilizar en la finca. Con la subida que experimentaron los abonos o innovamos en nuestro terreno o moriremos». Así, Esteve Gomila concreta que el proyecto está en una fase inicial en la que la idea es hacer dos preparados con diferentes concentraciones, una para aplicar a hortícolas y otro para leñosos. «He preparado los diez litros iniciales. Primero lo hemos hecho a pequeña escala, ahora será aumentar la escala porque cabe recordar que la lana ocupa mucho volumen. En estos momentos nos encontramos en el punto que tenemos que analizar estas dos preparaciones para luego ir escalando», desgrana el químico ambiental que confiesa que «la cosa va por buen camino».

Usos de la lana: Fertilizante líquido como vía de salida

Usos de la lana: Fertilizante líquido como vía de salida / DM

Dependencia

Al final, añade Aldo Castelli, «si el proyecto tuviera éxito, podríamos evitar una dependencia de productos que importamos de la Península, con un coste añadido, porque lo podríamos hacer a nivel local». «Hay que crear un sistema que esté cubierto desde el punto de vista de seguridad, higiene, trazabilidad y de envasado, un sistema que sea lo más circular posible», interviene Gomila. La realidad, resumen, es que «hemos conseguido sacar un producto, ahora nos queda definir la calidad de dicho producto que queremos destinar a un mercado. Queremos hacer pruebas en leñosas, en horticultura. Estamos realizando los tests porque estamos en campaña y tenemos material para ejecutar los ensayos a lo largo del año. Y en mayo de 2025 debemos tener claro cómo hacerlo. Por ejemplo, si eres un payés, me traes la lana y te la retorno como fertilizante. Si en casa tienes algarrobos y olivo, pues te daré el abono convertido para leñosos».

Usos de la lana: Fertilizante líquido como vía de salida

Usos de la lana: Fertilizante líquido como vía de salida / DM

«El objetivo es que la cooperativa Camp Mallorquí pueda capitanear este proceso o bien que se haga a través de una sociedad público-privada», deja claro Castelli. Uno de los puntos importantes de la iniciativa, insiste Gomila, es dar más valor a la lana y que así se consiga pagar más al payés. En resumen, el proceso sería este: el payés entregaría la lana, Esteve Gomila la convertiría en abono y Camp Mallorquí la devolvería al ganadero o la comercializaría. Castelli lo especifica. Una opción será que el agricultor entregue la lana y le sea retornada en forma de fertilizante líquido o la segunda opción será llevar la lana convertida en fertilizante a un producto final (garrafas o bidón) para que se pueda traducir parte del beneficio de generar dicho producto a la compra de la materia primera. Es decir, «en vez de que la lana tenga valor cero como ocurre ahora, poder pagar un precio estable al payés de 15, 20, 30 céntimos».

Usos de la lana: Fertilizante líquido como vía de salida

Usos de la lana: Fertilizante líquido como vía de salida / DM

El gerente de Camp Mallorquí incide que ahora el payés entrega la lana a la cooperativa y le dan uno o dos céntimos porque es un residuo. «El coste del transporte desde la cooperativa al punto de prensado que luego se envía a la península vale más que el propio producto», lamenta. Y pone cifras. La cooperativa anualmente gasta seis o siete mil euros solo en transporte. «Hacemos entre 10 y 12 viajes a unos 300 o 400 euros cada viaje. Si empiezas a sumar, te supone este gasto para un producto que no vale nada».

La iniciativa suma un presupuesto de 40.000 euros, que financia Mallorca Rural con 20.000 euros y el resto son fondos de Camp Mallorquí. La finalidad, admite el gerente, «no deja de ser darle la vuelta a la situación». «Si ahora tiramos a un pozo 5.000 euros por transportar la lana a la península que llegue un momento que podamos darle la vuelta y obtener 5.000 euros en ingresos».

Salida

Este proyecto, puntualizan los expertos, busca dar salida a las lanas que no sean de buena calidad. Y es que en estos momentos hay en marcha distintos proyectos innovadores para transformar este material en un recurso valioso como aislamientos en construcción o para textil, por ejemplo. Así, algunas explotaciones podrán destinar su lana a compost pero muchas fincas no podrán hacerlo. Es verdad que las de calidad tienen una salida pero es al resto de lanas a las que aspira dar salida la cooperativa, y por ello, está adaptando las dependencias que tiene en Montuïri para poder gestar toda esta iniciativa.

Usos de la lana: Fertilizante líquido como vía de salida

Usos de la lana: Fertilizante líquido como vía de salida / DM

«Al final si la tenemos que subir a un barco y enviar a la península la lana, estamos muertos. A partir de aquí debemos buscar los diferentes usos que le podemos dar tanto por calidad como por el tipo de manejo que pueda tener la finca. Habrá un segmento de payeses que podrán asumir el proceso de composta pero será muy reducido. Tendremos una serie de industrias o artesanos que podrán utilizar una pequeña parte de la lana para la elaboración de prendas o moqueta y luego nos quedará una parte», que es la que quiere englobar Camp Mallorquí para transformarla en fertilizante líquido.

En otro orden de cosas, en breve, Camp Mallorquí presentará también los resultados de un estudio del compostaje de la lana. La iniciativa surge de una formación en el País Vasco. El ensayo ha consistido en analizar las propuestas que allí se llevaban a cabo a nivel local y determinar sobre qué circunstancias se puede hacer compost de la lana. La realidad es que las condiciones ambientales del País Vasco no se pueden extrapolar al clima semiárido de la isla. Funcionará, resumen, en algunos payeses a nivel muy local para hacer un acolchado de los árboles pero no es una solución que se pueda escalar a toda la lana.

 ‘Fibra amb futur’

Mallorca Rural organiza una jornada para presentar los resultados de los proyectos «Fibra amb futur». Será el 21 de junio en Sa Quintana de Sineu. Se presentarán las conclusiones de los estudios realizados, destacando las diversas posibilidades e iniciativas que se están implementando para afrontar la crisis actual del sector. «Se expondrán otros proyectos innovadores relacionados con la lana, ofreciendo una visión completa de las nuevas oportunidades que pueden transformar este material en un recurso valioso», remarcan desde Mallorca Rural.

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