El alumnado del IES Porto Cristo plasma en un mapa los miedos que siente en las calles del municipio

 El centro educativo presenta al Ayuntamiento las conclusiones de su actividad ‘El mapa de la por’ que alerta que el temor de las alumnas está relacionado con comentarios sobre su físico u ofrecimiento de sexo mientras que el de ellos está motivado por personas que consumen o peleas

Rosa Ferriol

Rosa Ferriol

“En el bar Can Nofre, amigos mayores de mi padre me miraron con deseo sexual”. “En la calle de la Gerreria me han dicho cosas sobre mi aspecto físico. Estás buena. Te haría cosas y luego me han perseguido”. “Delante el bar Las Tapas los hombres se te quedan mirando muy descaradamente y muchas veces te gritan guapa o que culo tienes”. “En la plaza del Sol y de la Lluna hay yonquis y gente que consume”. “En la plaza del Llop de s’Illot hay gente que te persigue”. “En la calle de la Nina, regresaba a casa y una furgoneta blanca casi me secuestra. Era un hombre viejo. Ya hace seis o siete veces que me pasa en el mismo lugar”. “En la carretera de Son Servera me han ofrecido drogas”. Son tan solo algunos de los ejemplos de los miedos que el alumnado del IES Porto Cristo han sentido en algún momento por las calles del Port o s’Illot. No solo en alguna noche de fiesta. Lo preocupante es que estos miedos se dan en plena luz del día y en acciones cotidianas como regresar de clases de repaso, al salir de clase o al ir a tirar la basura. A lo largo de este mes de noviembre, alumnas y alumnas han pasado por la biblioteca para plasmar en el Mapa de la Por los puntos donde en algún momento por el motivo que sea han sentido miedo. Este miércoles se han presentado las conclusiones de esta actividad organizada por la comisión de coeducación del instituto y que han dejado muy claro los motivos “profundos y estructurales” de sus miedos. De esta actividad, ha quedado claro que 267 alumnos en algún momento ha tenido miedo y que este miedo tiene nombre de mujer. Un 57% de las alumnas ha manifestado sentir miedo frente al 47% pero si uno escarba en el asunto obtiene la triste realidad de que el principal miedo que sientes ellas está generado por hombres que viven en su mismo pueblo. “Nos miran, nos silban, nos hacen comentarios desde las terrazas de los bares o desde los coches. Nos persiguen y a veces nos llegan a tocar”, describen.

El alumnado del IES Porto Cristo plasma sus miedos en un mapa

El alumnado del IES Porto Cristo plasma sus miedos en un mapa / R.F.

Otro de los motivos, desgranan, es que tanto en Porto Cristo como en s’Illot hay muchos puntos que no están bien iluminados. “Las buenas condiciones de los espacios ayudan a tener más seguridad”, proponen. El alumnado también tiene miedo de los lugares donde se consume alcohol u otras sustancias, además denuncian el tráfico de drogas. “Nos da miedo presenciar escenas violentas, aunque no nos afecten directamente”. Los perros sin correa también son una fuente de miedo y algunos confiesan que el propio instituto es motivo de temor porque hay alumnos que amenazan o coaccionan. Además, critican que los alrededores del centro educativo como la Ronda de l’Oest carecen de la iluminación necesaria.

Lo más preocupante

Lo más preocupante es que manifiestan que en todas las calles del centro de Porto Cristo sobre todo de noche y las chicas han sentido miedo. En las travesías que rodean la plaza del Carme, las que salen de la calle Port son muy solitarias. En la plaza de la Església hace falta luz. “Tenemos miedo en el Carreró, en la calle Gerreria y en la plaza de la Sirena. “Son nuestros sitios de fiesta”, admiten y describen que en el Carreró falta luz y denuncian al presencia de gente que les hace sentir incómodas. Otro foco de conflicto son las paradas de bus. “Siempre hay gente que nos incomoda”, sentencian tras criticar que la plaza del Sol i de la Lluna requiere una inversión en iluminación porque “hay gente que nos nos hace sentir seguros”. Lo mismo pasa en la plaza de la Fonera, en la calle Andrea Doria, en la plaza de la Savina, en la ronda del Matí, en la plaza del Llop o en la zona del torrente de s’Illot.

Una vez descritos y plasmados en un mapa sus miedos, el alumnado ha reclamado al Ayuntamiento de Manacor que se tomen medidas para que que “vivir en Porto Cristo y en s’Illot sea más fácil”. Así han pedido a la primera teniente de alcalde, Antònia Llodrà, y a la segunda y regidora de Cohesió Social y Educación, Carme Gomila, más iluminación, medidas para frenar el tráfico de drogas y el consumo en la calle y mayor vigilancia en las calles. “Nos preocupa que la mayoría de los miedos sean provocados por otras personas. Creemos que hacen falta acciones sociales que nos ayuden a construir un entorno más amable”, han sentenciado.

El alumnado del IES Porto Cristo plasma sus miedos en un mapa

El alumnado del IES Porto Cristo plasma sus miedos en un mapa / R.F.

Reacción de las regidoras: "Es brutal"

Las regidoras han celebrado el trabajo hecho por el alumnado y se han comprometido en tener medidas reales tomadas antes del 8M. “Tenía puntos identificados pero verlo plasmado en un mapa es brutal”, ha confesado Antònia Llodrà. “Es muy grave que los miedos vengan de la propia sociedad, es grave que un miedo surja por la falta de iluminación pero no se puede tolerar que un miedo sea motivado por un propio vecino”, ha sentenciado mientras que Gomila ha asegurado que “podía intuir puntos concretos de conflicto pero me ha sorprendido que haya esta sensación de inseguridad en las calles del centro. “Me sorprende mucho la identificación de género, en el centro todo son mujeres”, admite mientras contempla el mapa incrédula. Y es que los miedos de las chicas están en chinchetas amarillas y en verde los de los chicos. El coordinador de la comisión de coeducación, Toni Riera, admite que la chinchetas amarillas son solitarias. “Es impactante ver que señalan zonas de miedo en pleno centro del municipio”. En cambio, las de los chicos se concentran en la zona del instituto y del campo de fútbol, por ello, los expertos interpretan que más que una zona de miedo es una zona de conflicto.

La directora del IES Porto Cristo, Xisca Bonet, se ha sincerado al admitir su sorpresa porque “los miedos son explícitos”. “No me pensaba que fuera tan preocupante. Sabías que existía pero no que fuera tan preocupante. A veces llegas a casa y tu hija no te dice en la calle me han dicho tal cosa porque la sociedad le quita importancia. Pero que niñas de 12 años tengan que oir frases tan explícitas es preocupante porque es gente que viven aquí, pueden ser vecinos, padres, primos, hermanos mayores, abuelos…”. “Cada chincheta es una persona”, interrumpe Gomila, que critica que “hay permisividad por parte de los hombres para hacer comentarios sin consecuencias y si como mujer lo expresas, tienes miedo que te cuestionen”. El mapa, prosigue, “sirve para verlo reflejado y la solución no es fácil”. “La ciudad está configurada de tal manera que no responde a las necesidades actuales y a las demandas sociales pero nos sirve como punto de partida porque es un diagnóstico brutal hecho con una perspectiva de género, de edad y con un indicador claro”, sentencia Gomila.

“Los motivos del miedo de los niños están más relacionados con el consumo y peleas mientras que los de ellas son comentarios sobre su físico, ofrecimiento de sustancias o de sexo. La diferencia es brutal”, remarca la responsable municipal de Educación, que ha agradecido el esfuerzo del alumnado por “poner palabras a lo que sentimos y plasmarlo en un mapa, algo que no es fácil”. “No será facil pero nuestro trabajo será poner soluciones, debéis ser insistentes”, ha asegurado y ha defendido caminar hacia ciudades más inclusivas.

Los miedos son reales. Es necesario que todo el municipio se vuelque en solucionarlo. Hay una parte que es responsabilidad de las autoridades municipales pero hay una responsabilidad social para que esto no ocurra, para que el alumnado no tenga miedo en nuestro pueblo. Los vecinos deben tomar consciencia porque a veces el problema son ellos mismos. Entre todos debemos tener un pueblo más seguro”, ha reclamado Xisca Bonet.