El profesor jubilado del IES Felanitx, Pere Coves: «Separar por lenguas es un atentado a la supervivencia del catalán»

«Sentido del humor, quitar dramatismo a los problemas y gestionar la economía del instituto como si fuese la suya», con estas palabras, la directora actual Maria Barceló - compañera del equipo directivo durante once años- definió el perfil directivo de Pere Coves Vicenç en su fiesta-homenaje de jubilación.

Como exalumna, destacó «las excelentes y amenas explicaciones sobre temas científicos». De un total de treinta y tres años de docencia y salvo la excepción de un curso que estuvo en Eivissa, Pere Coves siempre ha ejercido en el Instituto de Educación Secundaria de Felanitx. Durante estos treinta y dos años en su ciudad natal, ha ocupado -prácticamente siempre- un cargo directivo puesto que ha sido trece años director, once secretario, siete jefe de estudios y uno profesor.

Podemos afirmar que el centro ‘felanitxer’ ha sido siempre «su instituto».

Ha sido una historia que comenzó en octubre de 1977, solamente cuatro años después de la inauguración del nuevo edificio. Entonces comencé como alumno de primero de BUP. En aquellos momentos, nunca imaginé, 23 años antes del cambio de siglo, que después de otros 23 años en el nuevo, me jubilaría aquí como profesor. Otra casualidad ha sido que impartí mi última clase en la misma aula donde cursé primero de BUP.

¿Cómo fue su etapa de alumno?

Resultó tan gratificante que decidí ser profesor. El ambiente era agradable, la mayoría nos conocíamos, no existía la presión de sacar notas altas como ahora. Nos encontrábamos en los inicios de la democracia y se respiraba un espíritu reivindicativo interesante.

¿Y sus inicios como docente?

Empecé de interino el 8 de enero de 1990 impartiendo matemáticas a alumnos de Formación Profesional de 1º y 2º grado. El curso siguiente trabajé en Eivissa, el único fuera de Felanitx. En junio del mismo año, aprobé las oposiciones en Madrid. El siguiente destino fue el instituto de FP de Felanitx cuya directiva me ofreció el cargo de jefe de estudios.

Luego, en 1993, se produjo la unificación de los dos institutos, el de FP y el de bachillerato y empezó la nueva etapa del IES.

Se implantó la ESO, concretamente el tercer curso con trece grupos. Seguí como jefe de estudios de FP. Con la ESO, FP y Bachillerato, llegamos a una matrícula de más de mil alumnos provenientes de los términos municipales de Felanitx, ses Salines, Santanyí, Campos y Porreres. El número fue reduciéndose a causa de la creación de los institutos en estas tres últimas poblaciones.

¿Cuándo asumió el cargo de director?

En julio de 1999, tras la marcha de Catalina Bennàssar a la conselleria de Educación, ocupé su puesto con solamente 36 años. En poco tiempo y con dificultades tuvimos que configurar un equipo directivo.

¿Cuáles fueron las principales realizaciones que tuvieron lugar?

Los primeros años como director no fueron fáciles. Se produjeron el inicio del 1º de ESO con alumnado de doce años, la celebración en el año 2000 del 50 aniversario de la creación del instituto y la ejecución del gran proyecto de reforma del edificio durante dos años (2001 y 2002) que implicó la consecuente y enorme dificultad de compaginar obras y jornada lectiva.

¿Hasta cuándo ejerció como director?

En 2008 comuniqué al claustro mi intención de no continuar en la dirección y acabé el mandato el 30 de junio de 2010. Con Colau Barceló como nuevo director, acepté el cargo de secretario que continué con Maria Barceló hasta el pasado 1 de septiembre.

¿Podría resumir las principales características de la docencia de este último tercio de siglo?

Todos sabemos de las debilidades y fortalezas de nuestra labor, de las dificultades que tenemos; de la satisfacción que ella nos produce; de las innumerables alteraciones de leyes educativas; de los cambios metodológicos que seguramente no han sido tan significativos como la implantación en estos 30 años de las nuevas tecnologías... Recuerdo que en los primeros años de jefe de estudios de FP confeccionábamos los horarios a mano; ahora sería totalmente imposible por la complejidad y envergadura de los centros educativos.

Atrás quedan 33 años de profesión, ¿qué se lleva en su baúl de jubilado?

Como se puede pensar, ha habido momentos altos y bajos, situaciones complicadas y otras de enorme satisfacción. Durante los años de dirección intenté que el Instituto de Felanitx adquiriese, dentro del municipio y comarca, el lugar que por historia y por su realidad le correspondía y que se abriese a la sociedad. Tuve claro que era el director de la comunidad educativa, no únicamente del profesorado. Intenté ser dialogante y coherente, empatizar, convencer más que imponer y ser más práctico que estricto.

¿Y, concretamente, del múltiple y diverso número de personas con quienes ha tratado?

Pronto descubrí que, más que la aprobación por parte de tus afines, uno de los indicadores más fiables de que vas por buen camino son las críticas de algunas personas concretas. Conocer e interactuar con mucha gente han sido una de las satisfacciones mayores de mi trabajo. He conocido cantidad de gente increíble, tanto desde el punto de vista profesional como personal, tanto profesores como personal no docente, alumnado, familias, empresarios, profesionales de diversos sectores e, incluso, políticos...

Cuestión obligada en estos días de «convulsión balear en la enseñanza», ¿qué le transmite su dilatada experiencia educativa cuando algunos pretenden separar las clases por el castellano y catalán en nuestra comunidad autónoma?

Es un verdadero disparate y un atentado a la supervivencia de la lengua catalana. Hay unos grupos minoritarios que odian nuestra lengua y que no pierden oportunidad para atacarla. La lengua catalana está en una situación delicada por el predominio del español en la mayoría de ámbitos. Prácticamente en el único donde el catalán juega un papel importante es en el educativo y pretenden revertir esta situación. Apelan a la igualdad, pero en el resto de sectores donde el predominio del español es aplastante no presentan ninguna propuesta. En el caso de los jóvenes no nacidos en las Illes Balears, y también para los nacidos en algunas zonas de las mismas, si no aprenden el catalán en los centros educativos, seguramente no lo harán nunca porque, por desgracia, se puede vivir perfectamente sin conocerlo.

¿Cómo se ha desarrollado hasta ahora la enseñanza en catalán en el IES Felanitx?

Siempre se ha impartido al menos un 80% de las clases en catalán en todos los niveles educativos y esto no ha representado nunca un problema, ni tan solo para los alumnos recién llegados a nuestro sistema educativo. Sea cual sea su procedencia, aprenden el catalán en poco tiempo y se integran perfectamente. El desconocimiento inicial del catalán, en la gran mayoría de los casos, no tiene ninguna repercusión en su rendimiento académico. Por otra parte la lengua vehicular única que hemos utilizado ha sido y es el catalán, un uso que no genera problemas o quejas ni cuantitativa ni cualitativamente significativas, ni entre el alumnado ni con las familias.

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