Alaró solicita al Consell una restauración urgente para que el Castell no colapse

Se reunirán con la familia Ordinas para conocer sus intenciones reales con respecto a la venta de la finca

Vista general del Castell d’Alaró. |

Vista general del Castell d’Alaró. | / Silis Campins. Alaró

El Ayuntamiento de Alaró ha solicitado al Consell de Mallorca que ejecute obras de restauración urgentes en el Castell para evitar el deterioro de la histórica fortificación. El alcalde, Llorenç Perelló, se reunió el jueves con los responsables de Cultura, Antònia Roca, y Territorio, Fernando Rubio, para exponer la gravedad de la situación y la necesidad de que se ejecuten trabajos de forma inmediata. El edil reclamó que en los presupuestos del próximo año ya se incluya una partida presupuestaria. El Consell se comprometió a estudiar esta dotación económica.

Sin renunciar a la cesión de las murallas por parte del Estado o a la compra de la finca, desde Alaró se considera que la primera acción que debe ocupar y preocupar a los responsables de Patrimonio es evitar el colapso de la fortaleza. Informes del propio Consell y de arquitectos advierten de que la escasez de inversiones de mantenimiento ha dejado el monumento en una situación límite. La asociación cultural Al Rum ha escrito reiteradamente y se ha reunido con autoridades y partidos para exigir soluciones a los males que aquejan a este conjunto, declarado desde 1931 Monumento Histórico Artístico –el equivalente a Bien de Interés Cultural actual–.

Se advierte de que la torre conocida como sa Presó des Moros o Torre de sa Cova está al borde del colapso. Según el testimonio de arqueólogos y arquitectos, aguanta milagrosamente, dado que un gran agujero en uno de los muros puede provocar que el conjunto ceda en cualquier momento. Como mínimo necesita apuntalar inmediatamente, según los técnicos.

Otro elemento al borde de la ruina, es el conjunto de aljibes que proporcionaban agua a los castellanos. Uno de ellos se encuentra apuntalado desde hace una década. Los otros, o han colapsado ya o necesitan tareas de mantenimiento. El lienzo de la muralla por el que se accede a lo alto de la montaña, sufre notables pérdidas de la materia que une las piedras. Las bestorres han perdido parte las almenas y la segunda torre ha sido víctima del gamberrismo, que ha saqueado las piedras que sustentan el arco de la puerta de acceso. La torre tres ha perdido una de sus caras.

Patrono y suplente

El Consell ha nombrado a un patrono y un suplente para que se integren en la Fundació Castell d’Alaró. Es la responsable de la gestión de la parte pública –las construcciones que rodean la ermita de la Verge del Refugi–. La integran el propio organismo insular, el ayuntamiento y el obispado de Mallorca.

Dar prioridad a los trabajos de conservación no supone una renuncia a las otras dos iniciativas en marcha para convertir en propiedad pública la totalidad o parte de los terrenos.

Por lo que respecta a la posible adquisición de la finca, en la reunión se acordó mantener un encuentro con la familia Ordinas, la propietaria, para conocer sus intenciones. En este momento, el Consell dispone de una partida de algo más de un millón de euros para la compra procedentes de los fondos de la ecotasa. Esta cantidad se corresponde con la evaluación efectuada por los técnicos de la institución. Sin embargo, la propiedad pide dos millones y medio para aceptar la operación. De hecho, en el momento de las negociaciones, esgrimió la existencia de un comprador que estaba dispuesto a poner esta cantidad sobre la mesa. Incluso llegó a fijar una fecha para aceptar esta oferta si antes no se llegaba a un acuerdo con el Consell. El plazo ha concluido sin que se tenga conocimiento de la venta a un ciudadano extranjero. El nuevo equipo de gobierno de la institución insular espera mantener este contacto directo con los Ordinas para conocer sus pretensiones económicas. El Consell priorizará la cesión de las murallas por parte del Estado porque considera que de esta forma se desbloqueará la compra. El ministerio de Cultura es el propietario de la fortaleza y está de acuerdo en traspasarla al organismo insular.

De hecho, ambas instituciones llevan cuatro años en sintonía sin que las intenciones hayan pasado al campo de la realidad. Las trabas burocráticas se relacionan con la incapacidad de las partes de delimitar con exactitud la zona estatal. La familia Ordinas va más allá y, contra la documentación esgrimida desde Madrid y las inscripciones registrales, sostiene que esta parte de la meseta también es suya.

Mientras el embrollo burocrático persiste, la fortaleza donde los cristianos mallorquines resistieron ocho años y cinco meses frente a los musulmanes, donde estos últimos se refugiaron dos años tras la conquista de Jaume I y donde se produjeron los hechos histórico-legendarios de Cabrit y Bassa, sigue dejada de la mano de las administraciones.

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