Reggaeton Beach Festival: Santa Margalida arremete contra los hoteleros por cuestionar el festival

El Ayuntamiento destaca el «éxito rotundo» del concierto de reguetón y tilda de «incalculable» el impacto de la marca turística de Can Picafort

Una imagen del concierto celebrado el pasado fin de semana en Son Bauló.

Una imagen del concierto celebrado el pasado fin de semana en Son Bauló. / Ajuntament

Joan Frau

Joan Frau

El ayuntamiento de Santa Margalida saca pecho en las redes sociales del «éxito rotundo» que supuso el Reggaeton Beach Festival porque a pesar de los 20.000 visitantes «no se registró ningún incidente relevante tanto dentro como fuera del recinto» y al mismo tiempo arremete contra los hoteleros y «algunos medios de comunicación» por haber cuestionado en un principio la celebración del macroconcierto. 

«El Ayuntamiento no comprende la postura de la Asociación Hotelera de Can Picafort, ya que se mostró en contra de la llegada de más de 20.000 visitantes al municipio, incluyendo 3.000 personas de diferentes regionesa de fuera de la isla. ¿Cómo puede estar una asociación de hoteleros en contra de la llegada masiva de turistas?», pregunta la institución local a la agrupación hotelera a pesar de que esta se desmarcó desde hace varias semanas de las críticas al festival de reguetón y ha mantenido silencio desde entonces. De hecho, no han contestado a los requerimientos de este diario para conocer su valoración sobre los dos días de concierto y si habían recibido quejas de sus clientes por el impacto acústico del festival.

Del mismo modo, el Consistorio presidido por el alcalde Joan Monjo también se declara «decepcionado» por la cobertura mediática del festival y por la «actitud de algunos medios de comunicación que se encarnizaron con los organizadores», argumentando que otros eventos festivos se celebran dentro de espacios naturales protegidos «y no han sido objeto de la misma atención negativa» como la revetlla de la Playa de Muro, el festival Rock & Rostoll de Maria o el Canet Rock de Alcúdia. 

En este sentido, recuerda el Ayuntamiento que el Govern «ha instalado un aparcamiento público sobre un poblado arqueológico en la finca pública de Son Real, con informes favorables», un caso que «no genera la misma preocupación por el medio ambiente o el patrimonio». Por último, se pregunta si «el trato mediático hubiera sido el mismo si el festival hubiese sido de otro género musical como música alternativa o clásica».

La institución municipal, que autorizó el festival a pocas horas de su inicio con un informe jurídico en contra, asegura que el impacto económico del RBF fue de más de 5,5 millones de euros en Mallorca y que el impacto turístico de la marca Can Picafort fue «incalculable» por las numerosas publicaciones en las redes sociales relativas al concierto.