Ses Salines corrige su ordenanza para que el nudismo solo esté prohibido en las playas urbanas

El alcalde Juan Rodríguez admite que la ordenanza deberá modificarse porque da lugar a diferentes interpretaciones

Una imagen de la playa virgen de es Carbó, en ses Salines.

Una imagen de la playa virgen de es Carbó, en ses Salines. / DM

Joan Frau

Joan Frau

El alcalde de ses Salines, Juan Rodríguez (PP), ha matizado este jueves que la nueva ordenanza reguladora del uso y aprovechamiento de las playas del municipio prohíbe el nudismo en las playas urbanas de Cala Galiota y Es Port y no en los arenales vírgenes, ya que estos “están regulados por una ley de ámbito estatal” y el Ayuntamiento no tiene competencias para prohibir esta práctica. Rodríguez admite que la ordenanza “no especifica” esta diferenciación entre playas urbanas y vírgenes en cuanto a la prohibición de practicar el nudismo, por lo que el Ayuntamiento modificará la normativa que acaba de entrar en vigor para que esta cuestión no quede expuesta a otras interpretaciones. “Es cierto que la ordenanza puede inducir a error, deberemos modificarla, porque hemos dado por hecho que la gente lo entendería y que sabía que las playas vírgenes dependen de una normativa estatal”, ha subrayado el alcalde popular. En lo que respecta al tabaco, la nueva normativa sí se muestra muy clara cuando prohíbe fumar únicamente en las playas de Es Port y Cala Galiota, mientras que en el resto obliga a los fumadores a llevar ceniceros para recoger las colillas. Por contra, al hablar del nudismo, la ordenanza no discrimina entre las diferentes playas.

Así pues, la práctica del nudismo no se perseguirá en las otras ocho playas del municipio, pero sí en los dos arenales urbanos citados, donde estará vigente la prohibición de bañarse sin ropa y de practicar relaciones sexuales. “Son playas a las que van muchas familias con niños y también personas mayores, me parece adecuado prohibir estas prácticas”, apunta Rodríguez.

El alcalde ha añadido que la ordenanza fue objeto de diversas enmiendas durante su aprobación plenaria pero “ninguna de ellas hacía referencia al nudismo”. Tampoco ha recibido alegaciones durante la fase de exposición pública. “Dimos por hecho que todo estaba muy claro, pero después de 40 días hemos visto que puede dar lugar a diferentes interpretaciones”, dice Rodríguez, que defiende la aprobación de esta ordenanza para optar a las banderas azules y convocar concursos para la gestión de las playas, así como regular problemáticas como la presencia de animales domésticos, la prohibición de fumar en las playas urbanas o la limitación de actividades molestas para el resto de los usuarios como las fiestas o el uso de aparatos musicales.

No obstante, los vecinos siguen denunciando el ruido que genera el conocido local Cassai de la Colònia de Sant Jordi, ubicado frente a la playa de Cala Galiota. En este sentido, el alcalde prefiere “no entrar en ningún caso concreto” pero asegura que “la Policía Local actúa cuando se denuncia algún exceso”. En este caso, “han llegado denuncias y se han tramitado”.

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