Corsarios, pintores, rodajes y grandes eventos. La Fortalesa, la histórica finca de Pollença, declarada Bien de Interés Cultural y situada en el extremo de Punta Avançada, ha sido adquirida por 63 millones de euros por un magnate noruego, Ivar Tollefsen, en una operación que se cerró en marzo con su antiguo propietario, Lord James Lupton, tesorero del Partido Conserdor Británico, que a su vez la había adquirido en 2011 para pasar algunas temporadas al año y alquilarla para bodas, eventos y rodajes.

Las características de uno de los enclaves con más privacidad de todo el Mediterráneo son de auténtico lujo: 90.000 metros cuadrados repartidos entre un castillo histórico, seis casas, pistas de tenis, puerto y helipuerto, elevada sobre una península situada entre es Caló y la base aérea de Pollença y con vistas panorámicas sobre toda la bahía.

En el año 2015 la finca acogió el sonado rodaje de la serie The Night Manager (El Infiltrado). Fue en la ficción la casa a la que regresa el riquísimo traficante de armas encarnado por Hugh Laurie (el doctor House en su anterior vida en la televisión) después de cerrar cualquier negocio, en una grabación planificada para cinco días que al final se prolongó durante cinco semanas.

La finca fue en 2015 el escenario de la boda de la modelo Helen Lindes y el jugador de baloncesto mallorquín Rudy Fernández. Ese mismo año, una estancia en la lujosa finca se convirtió en el gran premio que concedio el Partido Conversador británico en un sorteo para recaudar fondos. Cuatro años después, en 2019 Rafa Nadal y Mery Perelló la convirtieron también en el escenario de su boda por una de las características que las grandes fortunas más aprecian de la finca, su gran privacidad, que la convierten en un fortín inexpugnable a miradas indiscretas.

El origen de la Fortalesa de Albercutx se remonta al siglo XVII, cuando se levantaron en su actual emplazamiento varias construcciones para defender la bahía de Pollença de las numerosas incursiones corsarias que sufría. Uno de ellos, de planta hexagonal, construido entre 1682 y 1692, todavía se conserva. Aunque la amenaza corsaria fue descendiendo con los años hasta desaparecer por completo en el siglo XIX, con lo que el Estado decidió venderla a finales de siglo.

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Las fotos de sa Fortaleza de Pollença, la histórica finca de Mallorca por la que un magnate noruego ha pagado 63 millones de euros Redacción

En los primeros años del siglo XX se construyó el faro situado en el extremo de la península, que pretendía acabar con los numerosos naufragios que sufrían los barcos que se acercaban a la costa. Su años de mayor esplendor llegaron en el primer tercio del siglo pasado, cuando Pollença se convirtió en un polo de atracción para los numerosos artistas que o bien se instalaron en la localidad o pasaron largas temporadas en ella, atraídos por su luz y sus inspiradores paisajes, entre ellos Anglada Camarasa, que vivió en el Moll hasta su fallecimiento en 1959.

Roberto Ramaugé compra la propiedad en 1919 y la transforma

Como detalla el Ayuntamiento de Pollença en su guía turística de lugares de interés del municipio, fue Roberto Ramaugé (1892-1973), quien había conocido en París a Anglada Camarasa y que era poseedor de una gran fortuna, quien compró sa Fortaleza en 1919, tras lo que hizo una profunda transformación para convertirla en una residencia de lujo.

Ramaugé construyó una gran piscina rodeada de numerosas columnas, trazó jardines y escalinatas, y creó un bosque donde antes sólo había rocas. Además, encargó al escultor hispano-estadounidense José de Decreeft, quien también fijó su residencia en Pollença, doscientas piezas esculpidas para su nueva residencia. Decreeft ya gozaba de fama internacional, si bien hoy por hoy en conocido sobre todo por su escultura de Alicia en el país de las maravillas que se encuentra en el Central Park de Nueva York.

Sin embargo, durante la Guerra Civil la finca fue confiscada por el Ejército del Aire, que la convirtió en parte de una base de hidroaviones y le devolvió su primitivo uso militar, un motivo que llevó a Ramaugé a abandonar Mallorca junto a muchos otros artistas. En 1984 la finca volvió a manos de los herederos de Ramaugé y la Fortaleza entró en un proceso de declive que llevó a su abandono y posterior expolio, hasta que 2011 la adquirió Lord James Lupton y la convirtió en una de las mansiones más caras de España.