El cambio de propiedad de la emblemática finca de la Fortalesa de Pollença podría suponer un punto de inflexión para que, finalmente, las instalaciones de esta histórica ‘possessió’ puedan ser visitadas por el público para cumplir la ley de Patrimonio Histórico que regula las visitas a los lugares que están declarados como Bien de Interés Cultural (BIC), como es el caso de la propiedad ubicada en la Punta de l’Avançada del Moll ‘pollencí’.
El exalcalde y actual regidor de Urbanismo del ayuntamiento de Pollença, Tomeu Cifre, ha confirmado este viernes que hace unos meses, cuando se formalizó la compraventa de la Fortalesa a favor del magnate noruego Ivar Tollefsen por 63 millones de euros, tal y como se hace eco este diario en su edición del viernes a raíz de una información de Mallorca Zeitung, se puso en contacto con el despacho de abogados del nuevo propietario para debatir la posibilidad de que la finca pueda recibir visitas públicas y, según Cifre, los representantes legales del magnate noruego se han mostrado receptivos para firmar un acuerdo que permita en un futuro próximo la apertura de la finca al público durante algunos días determinados.
«Ellos están dispuestos a ponerlo en práctica», asegura Cifre, si bien recuerda que la competencia para hacer cumplir lo que dispone la ley de Patrimonio Histórico corresponde al Consell de Mallorca, institución que, según el regidor, «no ha hecho nada» en este sentido.
Cabe recordar que la ley de Patrimonio Histórico avala la apertura al público de los monumentos declarados como BIC al menos durante cuatro días al mes, aunque su aplicación precisa de un convenio con la propiedad que, en el caso de la Fortalesa, no ha llegado nunca a firmarse a pesar de que en ocasiones ha faltado poco para que se concretase.
Desde hace varias legislaturas, el ayuntamiento de Pollença intenta un acercamiento con la propiedad de la Fortalesa, que antes del traspaso al citado millonario noruego era propiedad del británico James Lupton, con el que los representantes municipales nunca llegaron a verse las caras y las negociaciones se hacían a través de intermediarios.
En 2017 se estuvo a punto de alcanzar un acuerdo. El Ayuntamiento remitió una propuesta al Consell para que diera el vistobueno antes de sentarse a negociar con la propiedad. No obstante, poco después el interés del dueño de la Fortalesa decayó y el convenio no llegó a firmarse.
Este viernes, Tomeu Cifre ha asegurado que la llegada de la pandemia frustró la posibilidad de alcanzar un acuerdo que ahora se intentará con el nuevo propietario.
