Decenas de propietarios de autocaravanas convocados por la Asociación Caravaning Oasis (ACO) se han manifestado este sábado con sus vehículos en el municipio de Alcúdia para reivindicar la habilitación de espacios adaptados para sus actividades en Mallorca y contra las limitaciones a las que se enfrentan las caravanas. 

La manifestación ha arrancado sobre las 19 horas del polígono de ca na Lloreta de Alcúdia para realizar un itinerario por diversas calles y avenidas del municipio del Nord antes de regresar al punto de partida. Con motivo de la marcha de protesta, el Consell ha cerrado algunos tramos de las carreteras Ma-12, Ma-3460, Ma-3433 y Ma-3470 entre las 19 y las 20,30 horas.

La de este sábado era la segunda concentración de caravanistas que se ha organizado este año en Mallorca. La primera se celebró en Palma el pasado mes de mayo, y los organizadores lamentan que desde entonces la administración «no ha hecho nada» para satisfacer ninguna de sus demandas, según explica el presidente de ACO, Javier Fuster.

Los propietarios de estos vehículos vivienda reclaman zonas específicas para acampar y pernoctar que incorporen los servicios necesarios como agua y electricidad. Además, también insisten en la necesidad de habilitar tomas de agua para que las caravanas puedan disponer de líquido y a la vez vaciar las aguas sucias. Actualmente, según denuncia Fuster, solo existen dos tomas en la isla.

Por otra parte, los manifestantes piden a las instituciones que levanten la prohibición, en vigor desde el año 2013, para crear nuevos campings en Balears. Y es que, según explica el presidente de la asociación, «cada vez somos más y además somos un turismo de todo el año; a raíz de la pandemia hay mucha más gente que compra autocaravanas porque no puede comprar una casa».

La creación de espacios adaptados a este tipo de turismo «evitaría muchos problemas con los vecinos», ya que actualmente no tienen espacios para aparcar y son rechazados por los ayuntamientos, que «nos discriminan con señales que prohíben el paso de vehículos de más de 2,10 metros de altura y cinco metros de largo, además de limitar el tonelaje», apunta Fuster.

Otro motivo por el que reclaman ser escuchados es que esta actividad «favorece el comercio local» porque los propietarios de caravanas «hacen gasto en los lugares a los que van, ayudando a mover la economía».