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Las playas de Manacor podrían desaparecer en solo 80 años

Una exposición del Museu d’Història muestra las consecuencias locales del cambio climático y el aumento del nivel del mar en el municipio del Llevant a partir del año 2100

Las dos imágenes recrean cómo quedarán las playas de s’Illot y s’Estany d’en Mas debido al cambio climático. Mateu Riera.

Hace años que los problemas relacionados con el cambio climático están sobre la mesa de los distintos gobiernos mundiales. Hablar de efecto invernadero o del deshielo de los polos es común dentro del discurso medioambiental. ¿Pero qué pasaría si redujéramos la escala y nos situáramos a nivel local? Pues que comprobaríamos que, de continuar así, los efectos de la subida del nivel del mar a medio plazo se ‘comerían’ las playas dejando un paisaje desolador. Eso es lo que ha querido ilustrar en imágenes el departamento de Medio Ambiente del ayuntamiento de Manacor: la recreación virtual de cómo quedarán sus playas más importantes en 2100 si la situación no se revierte.

«La idea es huir un poco de las típicas imágenes de osos polares e inundaciones en lugares lejanos para nosotros, y reducir la escala hacia lo más local con el fin de que la gente pueda ser consciente del problema real que supone el cambio climático», explica Antoni Pascual, uno de los técnicos locales que se ha encargado de plantear la situación en una exposición organizada por el Museu d’Història de Manacor, y que durante estos días muestra, desde lo mundial a lo local, los perjuicios de no actuar de forma inmediata en la reducción, por ejemplo, de plásticos o emisiones de CO2.

Sin playas

El panorama por lo que respecta a las playas mediterráneas en general y ‘manacorines’ en particular es desalentador. En menos de 80 años los arenales de Porto Cristo, s’Illot o s’Estany d’en Mas quedaría bajo el agua, lo que podría afectar también a edificaciones de primera línea. «Es complicado predecir cuántos centímetros subirá el nivel del mar en 2100, aunque sí que existen hipótesis que plantean una subida mínima de 46 centímetros y una máxima de algo más de un metro y tres grados centígrados aproximadamente”, añade Pascual.

Así lo refleja también el informe Costes pel Canvi, un esmerado estudio de la conselleria de Transición Energética y Sectores Productivos presentado hace un año. En concreto, de no ser corregido con urgencia, el cambio climático hará que en 2050 la playa urbana pierda ya casi la mitad de su actual arena y se quede, aproximadamente, al nivel de donde hasta ahora se colocan las sombrillas.

Es decir, que la línea marítima avanzaría unos cuatro metros. Una situación que se agravaría 50 años después hasta acabar definitivamente con la playa de Porto Cristo tal y como hoy la conocemos. El agua también engulliría, por ejemplo, todas las rocas de Cala Morlanda o tres cuartas partes de la playa de s’Illot. Todas estas simulaciones pueden consultarse a través de la web del IDEIB, sobre un proyecto en equipo liderado por el SOCIB, junto con investigadores de la UIB y del IMEDEA (CSIC-UIB), sobre la vulnerabilidad y riesgo de inundación del litoral asociado a las playas arenosas de Balears.

Las playas de Manacor podrían desaparecer en solo 80 años.

Costes pel Canvi mantiene que es necesario incidir en la viabilidad de soluciones de protección natural, acomodación y/o retroceso antes de desarrollar estructuras de protección artificial y que las medidas de adaptación que se consensúen sean una oportunidad para mejorar las zonas costeras de las nuestras islas.

Exposición y conciencia

El museo de Manacor expondrá ‘El canvi climàtic també depèn de tu’, hasta el próximo 20 de mayo de 2022. La exposición hace un recorrido por estado de emergencia climática de la Tierra, exponiendo sus motivos e incidiendo en la acción antrópica como factor de aceleración del cambio climático, con ejemplos de los efectos que provocará a nivel mundial pero también en el municipio.

«Si hoy pedimos a un niño de 8 o 9 años que nos diga si conoce una ‘falzia’ o un ‘puput’, muchos no sabrán diferenciarlos y eso hace 100 años era impensable. Esta pérdida del contacto con la naturaleza que llevamos grabada en el ADN de nuestra especie desde hace millones de años se ha perdido», asegura la directora del museo, Magdalena Salas. La muestra incide en cómo pueden afectar los efectos del aumento de las temperaturas y el incremento de los fenómenos meteorológicos extremos en el municipio. Todos los textos están adaptados al formato de fácil lectura, con el objetivo de que tanto niños como gente mayor o personas con dificultades puedan entenderlos.

"La idea es huir de las imágenes de osos polares e inundaciones lejanas para reducir la escala a lo más local"

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El motivo de la exposición es clarificar por qué se produce el cambio climático de manera natural, cómo el hombre lo acelera y agrava. «La vacuna contra el cambio climático somos nosotros», añade el alcalde Miquel Oliver. “Pero las vacunas tienen una eficacia que debe irse recordando y por eso la divulgación es tan importante. Aún así, no puede quedar aquí y necesitamos acciones a nivel individual y también a nivel colectivo», concluye el regidor ‘manacorí’.

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