Felanitx aprueba inicialmente su Plan General con mucha tensión en el aire

Los socialistas aseguran que el documento «no es viable» y el alcalde les acusa de demagogos

Vista aérea del suelo rústico ‘felanitxer’, cuyo Plan General cambia la parcela mínima.

Vista aérea del suelo rústico ‘felanitxer’, cuyo Plan General cambia la parcela mínima.

Xavi Aguiló

En un pleno extraordinario celebrado ayer por la tarde, el ayuntamiento Felanitx aprobó con trece votos a favor y las tres abstenciones del grupo socialista y la de Vox el nuevo Plan General Urbanístico del municipio. El actual, aprobado en 1969, es el más antiguo de todo el Estado. Todavía queda un largo camino hasta su aprobación definitiva: se demorará años, seguramente más allá de esta legislatura, lo que en cierto modo condiciona la posición de los grupos municipales. 

El primer plazo a superar es el de las alegaciones, abierto hasta el once de febrero de 2022. Los ciudadanos, entidades o empresas que lo deseen dispondrán hasta entonces para estudiar la documentación y presentar sus objeciones, como anunció ayer que haría el Bloc per Felanitx, adscrito a Més per Mallorca, que pese a su voto favorable se declaró «preocupado por el crecimiento demográfico previsto» y «la urbanización del suelo rústico». «Seremos críticos y constructivos», remachó Miquel Lluís Mestre, su portavoz. 

Por su parte, el grupo socialista se declaró «profundamente decepcionado con la propuesta». Su intervención fue subiendo en virulencia e intensidad entre acusaciones de «inserciones políticas» durante la redacción del Plan General y un rosario de defectos de «forma y fondo» que «dificultarán su recorrido en el Consell». «Tal vez prefieren que no salga adelante. Hay quien está muy cómodo con el actual», acusó al gobierno municipal. La agria respuesta del alcalde, Jaume Monserrat, visiblemente molesto, no se hizo esperar. Reconoció que el plan se ha hecho con la mayor «transparencia posible» y admitió que no puede ser un plan para el gusto de todos. Pidió responsabilidad a todos los grupos y que se dejaran de «banderas». Tuvo palabras directas para los socialistas a quienes acusó de «demagogia pura». Tras la votación, se levantó la sesión con el plan aprobado y mucha, mucha tensión en el aire.

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