El alcalde de Manacor: “Si quieren que los ciudadanos se crean las medidas, hay que justificarlas de forma objetiva"

La cruda realidad es que el último informe del Servicio de Epidemiología no ha hecho más que alimentar el malestar que hay en Manacor. No solo de comerciantes y restauradores (en permanente lucha por la prórroga del confinamiento), también de la ciudadanía y del propio Ayuntamiento.Y es que los datos que certifican el triple sorpasso a Manacor, precisamente, la misma semana que el Govern decide alargar el su confinamiento han caído como un jarro de agua fría. Ahora Porto Cristo, Pollença y Santanyí ocupan el podio en el avance del coronavirus y registran una mayor incidencia que el municipio manacorí.

El alcalde Miquel Oliver ya criticaba este jueves que se prorrogó el confinamiento que no se puede decretar desde la distancia y mostró la decepción del Ayuntamiento con la conselleria de Salud al no tener en cuenta las sugerencias aportadas por la institución municipal que es quien toca la realidad con las manos. Ahora con los nuevos datos que constatan que Porto Cristo, Pollença y Santanyí cuenta con una mayor incidencia, el Consistorio entiende el malestar generado entre la población. Por ello, su alcalde insiste en reclamar “transparencia” a la conselleria de Salud. “Desde el primer día solicitamos que sean transparentes con los datos y que expliquen de forma clara cuáles son los parámetros que se deben dar para que un núcleo, un municipio o una barriada deba estar confinado. Puede ser que técnicamente lo tengan claro pero si no lo comunican correctamente, pasa lo que sucedido ahora y se ponga en duda su decisión porque hay municipios con peores datos peores y no están confinados”, desgrana el primer edil que ante la inquietud de la población se ve en la tesitura de explicar la argumentación proporcionada por Salud. Y es que no solo deben tenerse en cuenta los valores relativos, también los de salud porque en el caso de los municipios con menos población, es más fácil que el valor relativo se dispare por un brote de pocas personas. También hay que tener en cuenta, además del número de brotes, que no haya contagio comunitario. El ejemplo que pone es Porto Cristo, según le detallaron, la incidencia es elevada pero tienen controlado los brotes. “La cuestión es puramente técnica pero si Salud no lo explica y lo transmite el alcalde de Manacor parece que marco las normas cuando ha quedado claro que no tengo ni la posibilidad de decidir las medidas ni tampoco escuchan las aportaciones del Ayuntamiento. Me hubiera gustado que hubiera habido una colaboración entre instituciones”, lamenta Oliver que insiste en la necesidad de que Salud haga público los criterios para confinar un municipio. Es la única manera, dice, que la gente que pone en duda la validez de los datos y de las medidas a aplicar, lo entienda y dejarán de ver “fantasmas”, en referencia a los rumores que corren de que hay municipios como Pollença y Santanyí que se han plantado ante el confinamiento, un extremo negado por el propio alcalde pollencí, Tomeu Cifre, y la alcaldesa de Satanyí, Maria Pons. “Quiero pensar que los criterios técnicos están por encima de los políticos”, zanja Oliver.

“El malestar social es porque al confinar Manacor no cierras a sus 30.000 habitantes, cierras toda una economía, unos servicios y cierras la capital de la Comarca del Llevant. Todo ello tiene su afectación social y sus consecuencias. Las medidas marcadas por la autoridad sanitaria deben cumplirse, el Ayuntamiento pondrá los recursos necesarios pero nos hubiera gustado que algunas de las sugerencias hechas desde el terreno se hubieran tenido en cuenta como se ha hecho en Eivissa”, razona un primer edil que defiende que “hablando se pueden encontrar soluciones que permitan que la situación no sea tan dura como lo que está siendo”. “Si quieren que los ciudadanos se crean las medidas, no queda otra que justificarlas de forma objetiva como lo hacen otras comunidades. Quien lo sufre es la autoridad municipal y, a pesar de que no nos gusta, hemos terminado diciendo que la culpa del confinamiento es de Salud”.