El Govern y el ayuntamiento de Porreres han firmado un convenio para garantizar las tareas de exhumación pendientes en la fosa de Porreres, una segunda fase de los trabajos que podría empezar en julio, una vez concluyan los procedimientos administrativos que están suspendidos. El convenio es fruto de la voluntad de colaboración entre las dos instituciones para dotar de seguridad jurídica las actuaciones pendientes de la segunda fase de exhumación, que afecta a la fosa número 5 del cementerio de Porreres.

La consellera de Administraciones Públicas y Modernización, Isabel Castro y la alcaldesa de Porreres, Francisca Mora, han firmado el convenio de colaboración que concreta los compromisos y obligaciones de cada administración. Las tareas de exhumación, que forman parte del Plan de Fosas de 2018, ya están contratadas y la empresa adjudicataria (la Sociedad de Ciencias Aranzadi) podría iniciar las actuaciones previstas a partir de julio, cuando se cumplirán dos años desde que una vecina fuera enterrada en uno de los nichos afectados, lo que dio lugar a la paralización de todo el proyecto. El inicio de la intervención dependerá de cuándo se cierren los procedimientos administrativos que estaban suspendidos.

El secretario autonómico de Memoria Democrática, Jesús Jurado, ha recordado que la de Porreres es "una de las fosas más importantes de Mallorca" y las administraciones quieren preservar "los derechos y la dignidad de los restos depositados que deberán trasladarse de forma temporal".

La Conselleria de Administraciones Públicas y Modernización se compromete en el convenio a velar por la correcta ejecución de los contratos de excavación, exhumación e identificación de restos, del derribo y reconstrucción de un bloque de nichos y capillas en el cementerio de Porreres y la dirección de obra. Asumirá los gastos de estos trabajos de demolición, investigación y exhumación de los restos, así como de la reconstrucción de las unidades de entierro que hayan tenido que derribarse. Asimismo, debe edificarse de nuevo el bloque de nichos y capillas, conservando y protegiendo los efectos personales movibles de cada sepultura para volverlos a instalar una vez finalizada la obra.

Por su parte, el Ayuntamiento de Porreres garantizará la viabilidad de las tareas de exhumación y las obras y que las intervenciones ocasionen las menores molestias a los vecinos. Asignará además, de forma temporal, el uso de entierro en otra sepultura mientras duren los trabajos de recuperación de los restos de la fosa y la edificación posterior de los nuevos nichos y capillas. Se ocupará de la gestión de las actuaciones de la empresa funeraria en la exhumación y posterior inhumación en los nichos y capillas de nueva construcción, y debe mantener informadas a las familias de todo lo que se realice. El consistorio costeará el traslado de los restos y posible limpieza de los nichos.