El municipio de Sineu ha recuperado hoy parte de su identidad. El histórico mercado de los miércoles, en una versión muy reducida con respecto a la tradicional, ha regresado tras un largo periodo de dos meses de inactividad absoluta, con siete ediciones suspendidas desde que se decretó el estado de alarma.

El de hoy ha sido un mercado de mínimos en el que únicamente se ha permitido la venta de productos alimentarios y de flores y plantas. Toda la actividad comercial se ha concentrado en la Plaça del Fossar, emplazamiento elegido por el Ayuntamiento por su mayor amplitud, con el objetivo de facilitar el acceso a los vecinos, que de esta forma han podido respetar la distancia de seguridad sin mayores complicaciones.

El estreno del mercado semanal ha estado marcado por la escasa presencia de vendedores, aunque han sido muchos los vecinos que se han acercado hasta el Fossar para comprar productos o simplemente para revivir las sensaciones del añorado 'dimecres' local y recuperar parte de la vida social aparcada durante dos largos meses. Eso sí, guardando las distancias.

El Ayuntamiento ha colocado una serie de carteles en el ámbito del mercado para recordar a los vecinos y a los vendedores las medidas de seguridad obligatorias. Así, se recomendaba que los 'placers' únicamente atendieran a una persona a la vez para evitar aglomeraciones en las paradas. También era obligatorio el uso de guantes para manipular los alimentos, prendas que los vendedores debían cambiar cada vez que atendían a un nuevo cliente. El Consistorio recomendaba también a los vendedores facilitar soluciones hidroalcohólicas a los clientes, entre otras medidas.

Cabe recordar que el mercado de los miércoles, uno de los más antiguos de Mallorca, solo se habría suspendido una vez en sus más de 700 años de historia antes de que la pandemia del coronavirus obligara a paralizar la actividad hasta hoy.