La feria de Binissalem, celebrada este pasado fin de semana, contó con una notable asistencia. Si bien en los dos días no fue masiva, sí que contó con una considerable afluencia de público, sobre todo local.

Las más de setenta carpas que había instaladas en el recinto de la plaza y alrededores, con todo tipo de productos de una gran variedad de empresas, atrajo la curiosidad de numerosos visitantes.

Si bien esta feria venía a substituir la que se celebraba anteriormente sobre stocks y tapas, en esta ocasión la gastronomía no fue el producto estrella, a pesar de que contó con unos cuantos stands de restauración local como los que ocuparon el restaurante Can Arabí, bar Can Gras y forn Can Martí, además de algunas food-trucks.

Por otra parte, cabe señalar que el evento contaba con un nutrido programa de actos, muchos de los cuales estaban destinados a público infantil. Ya para un público más adulto, resaltar la música Swing, con la actuación del grupo Monkey Doo.