n El Ayuntamiento de Inca proyecta una intervención en las escaleras que rematan el desnivel de la calle Cabrit i Basa con la de Sant Bartomeu. En la ciudad existen algunos enclaves similares, reminiscencias del antiguo urbanismo del casco urbano primitivo.

Algunas calles de la ciudad confluyen en otras a distinto nivel y en su momento este inconveniente se salvó con unas escaleras. La solución adoptada, no permitía la conectividad para los vehículos pero posibilitaba que permanecieran abiertas para los peatones.

El problema de este tipo de elementos, con el paso del tiempo, es la inseguridad y la conservación. En muchos casos se han convertido en rincones degradados. La escalera que quiere recuperar el Ayuntamiento de Inca es uno de esos elementos en esa situación.

Actualmente la escalera dispone de una barandilla de obra enlucida de mortero, de un metro de altura que dificulta la visibilidad y transparencia de la escalera. Esto supone problemas de higiene permanentemente en las zonas más ocultas de la escalera, y también de seguridad ciudadana. Por ello, el Ayuntamiento pretende recortar dicha barandilla de obra para dar más transparencia al conjunto.

Se instalará, para garantizar la seguridad, una barandilla metálica de perfiles macizos de una altura de 85 centímentros. Esta barandilla, junto con el pretil de obra inferior dotará al conjunto de una altura de un metro.Con esta actuación no se alterarán las gradas existentes por lo que los escalones serán los mismos.

Las calles rematadas por escaleras constituyen por sí un elemento singular de la ciudad que dota a dichos viales de una personalidad propia. "La voluntad municipal, con la intención de ir mejorándolas, es la de enriquecer aún más esa singularidad", comenta el alcalde, Virgilio Moreno.