El Dijous Bo más político y más extenso en superficie ocupada (algo más de ocho kilómetros) de los últimos años encara el final de este jueves en medio de una absoluta normalidad, después de que la jornada empezase con un par de sustos.

Para empezar, hubo preocupación con el tiempo. Los feriantes se temieron lo peor al ver las nubes negras de primera hora de la mañana, que amenazaban una lluvia que finalmente no llegó. Otro susto lo protagonizó un camión de reparto que circuló en sentido contrario en la confluencia de la carretera de Inca a Lluc y la avenida de Alcúdia, y que hizo temer lo peor. Al final, todo fue una falsa alarma.

Durante toda la jornada, la seguridad fue máxima. Y un helicóptero de la Policía sobrevoló la muestra durante buena parte de la mañana. Sobre el terreno, desde las diez de la mañana, una auténtica 'legión' de políticos, con la presidenta Francina Armengol a la cabeza.

Todas las formaciones políticas enviaron representación a un evento tan multitudinario como el Dijous Bo. Entre las comitivas más numerosas, las del PP (entre la que, sin embargo, no se vio su líder, Biel Company) y la de Més.

Los políticos recorrieron arriba y abajo la muestra -con cerca de 600 expositores-, igual que lo hicieron miles de visitantes, especialmente a partir del mediodía cuando por algunas avenidas se hacía difícil transitar. Las previsiones iniciales del Ayuntamiento hablaban de cerca de 150.000 personas

Unos visitantes que lo tuvieron difícil para ver todos los rincones de una Fira muy extensa que este año incorporaba como espacio la avenida de Reis Catòlics con puestos de comida de 'food trucks'. En total cerca de ocho kilómetros de extensión sólo aptos para los 'firaires' más maratonianos.

El de Reis Catòlics fue un punto muy concurrido, de la misma manera que lo fue la muestra ganadera, que captó la atención sobre todo de los más pequeños. Hubo también mucha animación en la Mostra d'Empresas y en la exposición de motores estacionarios.

Entre los comerciantes, opiniones para todos los gustos. Algunas feriantes se quejaron del aumento excesivo de las tarifas por colocar sus expositores.