La emblemática salinera situada en la Colònia de Sant Jordi (en el municipio de ses Salines) prevé llegar a extraer unas 1.600 toneladas durante esta temporada de 2018.

Según los expertos, la salinera coloniera "es la más antigua de Europa en uso y del mundo, la segunda". Al estar rodeada de hoteles, casas y apartamentos, así como de la concurrida playa de es Coto, es especialmente cada verano objeto de asombro por parte de miles de bañistas, que captan con sus teléfonos móviles y cámaras las montañas del llamado oro blanco. A su vez, los tonos rosados y los reflejos impresionan muy a menudo.

La empresa que gestiona la actividad es Salinas de s'Avall. El encargado, Guillem Burguera, consultado por Diario de Mallorca ha informado que la previsión de esta campaña es que dure al menos hasta comienzos del mes de octubre.

Las cosechas

En 2012 se contabilizaron 1.100 toneladas de sal extraídas; en 2013, 1.300; en 2014, 1.500 toneladas; en 2015, en torno a las 1.750; en 2016, una cantidad similar al ejercicio anterior; y en 2017, 1.500 toneladas. En esta ocasión se prevé un aumento de unas cien más respecto al pasado ejercicio "puesto que no ha habido tanta humedad y el grano de sal es de fácil recolección".

No obstante, el sector salinero siempre está pendiente del tiempo y no se descarta que las cifras cambien en función de si llueve o se impone el sol o la brisa es o no la más idónea durante los meses que restan.

Toda la sal industrial generada se vende en Mallorca. Las pertinentes analíticas destacan la gran calidad del producto. La empresa cuenta, además de con el encargado Burguera, con el trabajador Joan Picó y otra persona de refuerzo.

Tan singular salinera en el sur de la comarca del Migjorn de Mallorca pertenece a la familia Descatlar, Marqueses del Palmer.