La Colla de Diables del Centre Cultural de Sant Joan está de celebración. Y es que sopla sus 25 años de correfocs, unos correfocs que nacieron del agua. Sí, del agua. Fue la primera colla de diables de Balears. Su origen hay que buscarlo en los intercambios que Aires de Pagesia realizaba con grupos de Cataluña. En estos viajes, sus componentes participaban en las fiestas populares de las poblaciones que visitaban, especialmente, Mataró. En estas celebraciones, el correfoc era una cita imprescindible. La agrupación de diables nació fruto de las inquietudes de los jóvenes componentes del grupo que querían exportar a Sant Joan la ruixada final de Mataró. "El fuego era la excusa para entrar en calor", recuerda el tesorero del Centre Cultural, Toni Bauzà. Tras unos "experimentos" y unas "primeras actuaciones anecdóticas" en 1992, la Colla de Diables se presentó oficialmente en agosto de 1993 en el marco de las fiestas patronales de Sant Joan.

Pep Gayá, secretario de la entidad, explica que la agrupación nació como una imitación exacta de los correfocs de Cataluña. "Éramos conscientes de que importábamos una fiesta que no era nada tradicional en Mallorca pero que a su vez se podía relacionar con los dimonis". Por este motivo, la colla de Sant Joan insiste en denominar " diables y no dimonis" a las figuras que participan en el correfoc. Y es que desde el Centre Cultural reconocen que los pueblos que tienen la figura del dimoni tradicional entienden esta diferencia. Cabe recordar que la entidad cuenta con los set dimonis, unas figuras diabólicas que encarnan los siete pecados capitales.

En los primeros correfocs casi no había interacción con el público pero con los años aumentaron el número de diablos y se incorporaron nuevas figuras y objetos de fuego al estilo de la Nit de Foc que organizaba Iguana Teatre. Después, reconocen desde el Centre Cultural, se optó por recuperar el "estilo más clásico" con los diables bailando con los participantes. Durante los primeros años, esta fiesta del fuego concluía con la tradicional " xiringada" o " ruixada", un acto que se suprimió del programa de actos de las fiestas patronales debido a unos años de sequía continuada y a cierta crítica por el desperdicio de agua. "Seguramente nuestro estilo más clásico es lo que nos diferencia de la mayoría de colles que han nacido en estos 25 años ya que han incorporado elementos teatrales como artefactos, máquinas, máscaras, personajes? que conforman un espectáculo visual más completo pero, puede, que menos participativo", admiten desde la colla santjoanera que en 1998 incorporó un nuevo elemento: su bestia de fuego, el Corb de Sant Nofre, que también está de aniversario ya que sopla sus 20 velas.

Y si en sus bodas de plata toca hacer balance, apuntan a la evolución de los correfocs, algo que se entiende a la perfección al ser una fiesta muy vistosa. "En los primeros años solo éramos unas cuantas agrupaciones: Sant Joan, Sóller, Alaró, Santa Maria y no teníamos mucha relación pero todo cambió en la década del 2000 al coincidir en el Correfoc de Sant Sebastià. "En aquellos años nacieron más agrupaciones en los pueblos, también en Eivissa y en Menorca. El boom llegó con la creación de distintas colles de Ciutat", rememora Gayá. En estos 25 años, un "momento importante" fue la aparición de la Directiva Europea que regulaba el uso de la pólvora y de los artefactos pirotécnicos en las fiestas en 2010 a la que tuvieron que adaptarse. Otro momento crucial fue la creación en 2008 de la Federación de Dimonis, Diables i Bèsties de Foc, que se encarga principalmente de los aspectos burocráticos y normativos y es, a la vez, un punto de encuentro.

Como veteranos, la Colla de Diables del Centre Cultural ve en la actualidad un mundo del correfoc fuerte y con mucha actividad pero con un punto de euforia y cierto riesgo de morir de éxito. La fiesta está más que arraigada pero vaticinan que vendrá un momento de cierta "estabilización". De momento lo miran con la satisfacción de haber promovido una fiesta que muchos ya consideran imprescindible. La colla soplará sus 25 años con un correfoc el 29 de agosto a las 22 horas que pondrá punto final a las fiestas.