Becarios americanos en Petra. Así se llama el consolidado programa promovido por el Rotary Club Mallorca. El protagonismo recae en la figura de Sant Juníper Serra. De hecho, los jóvenes participantes, de entre 20 y 25 años, cada verano reconocen que en Estados Unidos y en México el misionero franciscano es muy famoso. Por ello, conocer sus orígenes, sus raíces mallorquinas, les apasiona. En este sentido, admiten que con esta iniciativa, que crea amistades y fomenta la convivencia, aprenden y disfrutan.

Ayer, lunes, tuvo lugar la presentación de la quinta edición del programa. Los nombres propios son, procedentes de Estados Unidos, Mathew Carley (RC Carmel by the Sea Rotary); Dylan Houpt (RC Carmel by the Sea Rotary); Chelsea Busick (Universidad San José) y Genesis Maganda (Universidad San Diego City Heights Rotaract Club). Mientras que de México, Rafael Brizuela Ochoa (RC Tijuana); Fabiola García Sosa (RC Tijuana Agua Caliente); Andrea Hernández Martínez (RC Tijuana milenio Minarete) y Diego Osuna Casares (RC La Paz Bahía).

Intercambios futuros

Emilio Martínez-Almoyna Rullán, del equipo organizador del programa, y Catalina Font, profesora, se muestran muy satisfechos por la consolidación de esta experiencia con becarios. Entre los deseos futuros destaca que mallorquines también puedan viajar hasta California y México para participar en un programa similar.

En el caso actual de Mallorca, son quince días de actividades diversas. La sede es una casa singular: donde nació la beata Miquela Rullan Ribot, a tocar de la plaza protagonizada por la estatua de Miquel Josep Serra Ferrer, el Pare Serra, internacionalmente el Evangelizador de California o Apóstol y Civilizador -canonizado como santo por el papa Francisco en septiembre de 2015-, en pleno centro de Petra. Este martes habrá recepción a los jóvenes por parte del incombustible presidente de la Asociación de Amigos de Fray Junípero Serra, Tumi Bestard.

En esta primera semana, los jóvenes se centran en Petra, mientras que en la segunda, Palma. Colaboran en la iniciativa hasta ocho clubes rotarios de la isla.

Cabe apuntar que el Rotary Club Mallorca preside la Fundación Casa Serra, integrada también por los Amigos, la parroquia y el Convent de Sant Bernardí y el ayuntamiento de Petra. La llamativa casa solariega (junto al museo dedicado al Pare Serra) fue regalada hace décadas a la ciudad de San Francisco, pero fue devuelta. Es uno de los principales focos de atracción juniperiana.