La subida del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) a la que deben hacer frente los vilafranquers durante los últimos años, ha hecho que durante el último ejercicio de liquidación un 35% de los vecinos no hayan pagado voluntariamente el recibo, lo que en cifras se traduce en que de los 814.000 euros que debían ser recaudados, 290.000 no se han abonado.

Unas cifras demasiado preocupantes y elocuentes que Més per Vilafranca relaciona directamente con la falta de revisión municipal de los valores catastrales, que ha hecho que desde 2013 el Ministerio de Hacienda "castigue" a Vilafranca imponiendo un coeficiente unilateral. Unos porcentajes "que son una auténtica barbaridad, y que suponen un incremento anual del 10% del valor de una casa", explica su portavoz, Jaume Català.

Según los datos públicos publicados por el propio Ministerio, si en 2012 el valor catastral de todos los inmuebles de Vilafranca (2.281 en total) era de 77,1 millones de euros, en 2017 (2.371) es de 130,5 millones. Es decir, un incremento de más de 53,4 millones de euros en apenas cinco años.

Asimismo según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el precio de la vivienda en Balears entre los años 2013 y 2016 ha aumentado un 18,6%. Lo que en Vilafranca se dispara a un 43% durante el mismo periodo.

Més añade que el instituto estadístico, pero en este caso de Balears (IBESTAT) constata que el precio medio de la vivienda en la localidad ha pasado de 43.689,02 euros a 67.586,31 en los mismos años. Un incremento de más de 54%. Sin embargo según Més per Vilafranca, este incremento de la recaudación en términos globales, "no ha supuesto ninguna mejora para las personas más desfavorecidas de nuestra sociedad y que en los momentos más difíciles de la crisis, que aún no hemos superado, no han recibido ninguna deferencia por parte de nuestro Ayuntamiento".