Miquel Llabrés, abogado de los propietarios que reclamaron indemnizaciones sostiene al respecto que "el entorno de Cala Tuent merecía ser protegido pues su valor natural, eso es algo incuestionable. Sin embargo, si la Administración hubiera actuado con más rigor, posiblemente podría haberse evitado pagar por ello un precio tan elevado, que al fin y al cabo sale de nuestros impuestos (sólo en intereses está costándonos, al 3% actualmente vigente, 300.000 euros anuales). Las administraciones deberían analizar con más rigor decisiones de este tipo (no sólo la de proteger territorio, sino también la respuesta que se da a la consecuente solicitud de indemnización de los administrados). Los ciudadanos, por nuestra parte, debemos tener presente el elevado coste inherente a la protección del patrimonio natural".