L'església nova y la plaza de sant joan se convirtieron en los centros neurálgicos de la noche, con representaciones de danza contemporánea, 'performances', proyecciones audiovisuales, conciertos de música, exposiciones y recitales poéticos, mientras que el teatro, que sobrepasó con creces las expectativas de los espectadores, se realizó en el centro la Unió, con la representación de dos obras breves. Una de Jaume Miró, 'Zona Cero', que supuso el debut teatral de los improvisadores Mateu Xurí y Maribel Servera y otra de Manel I. Serrano, 'Potocâri', que recuerda la tragedia de Srebrenica en 1995 durante la guerra de Bosnia. Mientras que la tercera obra, de Arnau Serra, se representaba en la biblioteca. El titulo es 'Cireres' y narra el reencuentro de una pareja de viejos conocidos y lo que piensan en el momento de su reencuentro.