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Margalida Villalonga

"Me gusta fusionar la risa con el llanto"

Actriz. A los 24 años dejó su sa Pobla natal y dio el salto a Francia para zambullirse en el mundo de la interpretación, que la tiene fascinada desde niña. No le atraen los flashes de Hollywood ni quiere ser la próxima Penélope Cruz. Lo que de verdad le gusta es el arte del clown y el bufón.

"Me gusta fusionar la risa con el llanto"

Margalida Villalonga (1989, sa Pobla) siente tal pasión por la interpretación que el pasado mes de septiembre se lió la manta a la cabeza y decidió perseguir su sueño de ser actriz. Se mudó a Francia para formarse en la École Philippe Gaulier, un prestigioso centro para actores que anualmente acoge alumnos de hasta 30 nacionalidades diferentes y del que han salido artistas como Emma Thompson o el polifacético Sasha Baron Cohen.

-¿Cuándo se dio cuenta que lo suyo es la interpretación?

-Desde pequeña me ha atraído el escenario, allí me siento como en casa. Siempre que podía me apuntaba a cualquier cosa que implicara subirme a él y dejarme llevar. Con 16 años participé en la escuela de teatro que Lluís Colom organizó en sa Pobla y durante un año fui cada fin de semana hasta el Teatre Sans donde recibí clases de interpretación. Estos cursos me abrieron los ojos y vi que quería dedicar mi vida a ello.

-¿Y sus padres qué opinaban?

-Al principio se asustaron y no lo veían claro. De hecho, acordé con mi madre que estudiaría bachillerato para así tener posibilidades de estudiar una carrera y que estuvieran más tranquilos. Pero una vez que terminé los estudios no tuve ninguna duda, lo mío era la interpretación. Mis padres, al verme tan ilusionada, me entendieron y desde entonces me apoyan incondicionalmente.

-¿Por qué decidió dejar Mallorca e ir a estudiar a la escuela Philippe Gaulier en Francia?

-Estuve cuatro años estudiando en la Escuela Superior de Arte Dramático de las islas (ESADIB) y recibí una formación rica y completa. Los últimos 15 días de clase nos acercaron hasta el mundo del clown y el bufón y me fascinó tanto que me supo a poco. Muchos compañeros míos se editaron videobooks y se trasladaron hasta Madrid para probar suerte, sin embargo, sentí que mi futuro estaba ligado al clown y al bufón y mis profesores me recomendaron la escuela de Philippe Gaulier.

-¿Qué es lo que más le ha sorprendido del año que ha vivido en la escuela francesa?

-El haber aprendido que otra manera de hacer teatro es posible y que las clases hayan ampliado mi campo de visión. Philippe Gaulier ha enseñado teatro a mi imaginario, yo lo llamo teatro de revolución. Es una manera de hacer teatro más compleja y rica pero la técnica es tan simple como tener placer y libertad sobre el escenario. Dar belleza, aunque sea un tema duro.

-Según la web del centro, las clases se imparten en inglés y los alumnos interpretan tanto en su lengua materna como en inglés, ¿cómo es expresarse en una lengua que no es la tuya?

-Al principio fue complicado porque llegué con mucho miedo y me costó arrancar, pero decidí lanzarme a interpretar en inglés y ha sido una auténtica pasada. Los últimos cuatros meses todas las interpretaciones han sido en inglés y pese a que mi nivel no es perfecto creo es realmente especial y estoy muy orgullosa.

-Entonces, si domina el inglés podrá saltar el charco y probar suerte en Hollywood€

-¡Qué va! Siempre he sido muy realista y nunca he soñado con ser la próxima Penélope Cruz. Me muevo poco a poco a través de las cosas que me gustan y me centro en el teatro. La televisión y el cine no me interesan por ahora, ni pienso en ello ni lo busco.

-¿Cómo es actuar e improvisar con actores de diferentes culturas?

-Es un reto que ha propiciado que viviéramos situaciones muy especiales y mágicas. Un ejemplo es la interpretación de un fragmento de una obra que realicé con un alumno chino. Los dos sabíamos muy poco inglés, no obstante, el resultado fue asombroso. Pese a ser de diferentes países y dominar poco el idioma, la química surgió y la escena resultó fantástica. La complicidad pudo con todo.

-Si se ve obligada a elegir, ¿prefiere hacer reír o llorar al espectador?

-No puedo elegir. Lo que me gusta es fusionar la risa con el llanto y buscar el melodrama. El respetar que haya una realidad dura pero añadiendo una parte bella y divertida que se consigue con el clown y el bufón. Un ejemplo sería hacer de Julieta, un personaje que siempre se ha representado como trágico y serio, contando su historia dramática tal cual, pero sorprendiendo a la gente, convirtiéndola en una travesti borracha y manca.

-Un cambio heavy a la historia€

-Creo que se pueden romper las normas clásicas siempre que se defienda un imaginario de fantasía y que vaya acompañado de valores y de una parte crítica. Esta es la grandeza del clown y el bufón.

-¿Es necesario salir de la isla para recibir una buena formación?

-En Mallorca la formación es muy buena pero creo que es necesario beber de otros maestros y enriquecerte culturalmente para ser mejor actor. Los intérpretes deben poder elegir el estilo, la forma de trabajar y la técnica que quieren seguir y esto se aprende bebiendo de muchas fuentes y saliendo de la isla.

-Siendo joven y en Mallorca, ¿se puede vivir sólo del oficio de actor?

-En la isla es muy complicado vivir de tu trabajo de actor. Debes buscarte alternativas a tu labor para poder llevar una vida independiente y tener un sueldo digno. En cambio, en Europa sí es posible. Allí, haciendo un teatro en inglés más activo y abierto, te puedes ganar la vida, y esa es mi motivación actualmente.

-¿Entonces cree que su futuro laboral pasará por quedarse fuera de Mallorca?

-Aún es pronto para decirlo porque me gusta ir poco a poco, pero creo que sí. La escuela de Philippe Gaulier me ha enganchado y pasaré otro año allí porque tengo ganas de más. A largo plazo no descarto montar una compañía de teatro internacional con mis compañeros de la escuela e ir girando por toda Europa. Tengo que confesar que me gustaría actuar en Mallorca y en catalán, para demostrar a mi gente el trabajo que hago, pero aún es demasiado pronto.

-¿Hay buenos actores en la isla?

-Sí que los hay. Además, las nuevas generaciones se están abriendo paso con nuevas ideas y una nueva visión que es positiva y necesaria para el mundo de la interpretación de las islas. Algunos alumnos de ESADIB han creado compañías como Piel de gallina, La ContraPiel o Madame Lena con las que experimentan con nuevas propuestas. Para el mundo de la interpretación es un momento muy duro y a eso hay que añadirle que prácticamente no hay apoyo por parte de las administraciones, sin embargo mi generación es luchadora y saldrá adelante.

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