Finalmente ayer dieron comienzo las obras de derribo del hotel Rocamar. Una semana después de lo previsto, operarios de la contratista iniciaron las labores de colocación de verjas en los accesos al hotel y procedieron a la retirada de los materiales interiores de uno de los dos edificios que integran el antiguo equipamiento hotelero del Rocamar.

Según explicó uno de los responsables de la obra, los trabajos se prolongarán durante un período de seis meses. El derribo comenzará con el edificio que albergó el comedor y la cocina del hotel. De hecho, los operarios comenzaron a vaciar el interior de la basura que se acumulaba, así como los restos de puertas y otros objetos esparcidos allí.

Tras el derribo, la concesionaria seleccionará los materiales del desescombro y llevará a cabo la restitución del terreno a su estado original con la construcción de diversas marjades.

El ayuntamiento de Sóller aprobó este viernes una exoneración de este proyecto a la normativa municipal de ruidos. De esta forma, la empresa que se encarga de la demolición podrá trabajar en un horario que abarca desde las 8,30 hasta las 13,30 horas del mediodía y entre las 14,30 y las 18,30 horas de la tarde.

El proyecto de demolición tiene un coste de 483.449 euros que financia la conselleria de Turismo.

Decisión de los empresarios

Hay que recordar que, recientemente, el president del Govern, José Ramón Bauzá, visitó el antiguo hostal -adquirido por el Consorcio Bolsa de Alojamientos Turísticos de Balears- para anunciar la culminación del proyecto. Bauzá dejó en manos de los hoteleros que decidieran si querían las obras "ahora" o pasado el verano. Los empresarios se decantaron mayoritariamente para que las obras comenzasen cuanto antes.

El proyecto en ejecución comprende la demolición de los dos edificios que forman el complejo hotelero y en su lugar crear una zona verde con marjades y olivos.

La conselleria de Turismo del Govern adjudicó las obras de demolición del antiguo hotel Rocamar, sito en el Port de Sóller, por un importe que supone un ahorro del 35% del presupuesto previsto inicialmente. Según informaron fuentes de este departamento, la obra fue donada a la Constructora San José, empresa que se ha hecho con el contrato al realizar una oferta por valor de 483.449 euros. El Govern había presupuestado la demolición en 755.000 euros.