Desde el mirador de las Islas Malgrats (Santa Ponça) hasta el mirador de la calle Bella Vista (Costa de la Calma), pasando por determinados tramos de la playa de Magaluf o la calita de El Toro. Todos ellos son ejemplos de que acceder a la costa no siempre es fácil en un municipio hiperdesarrollado como Calvià. Barandillas que restringen el paso, verjas con jardineras o escaleras de acceso que languidecen en el abandono aparecen como obstáculos insalvables para residentes y turistas que quieren llegar hasta el mar. Para denunciar esta situación, Més per Calvià ha organizado para el próximo lunes una ruta "de la vergüenza" que recorrerá diferentes puntos del litoral del municipio que han sido objeto de "privatización". El punto de partida del itinerario será el Oratori de Portals Nous, a partir de las 18 horas.

Los empresarios de Punta Ballena están que trinan

El foco de las autoridades políticas -en forma de inspecciones- se ha fijado en Punta Ballena después del escándalo de las felaciones colectivas en excursiones etílicas. Y los bares de la zona lamentan en privado que se les meta en el mismo saco que a los organizadores de las rutas que han sido objeto de la polémica, sometiéndoles también a un riguroso control administrativo.