Hasta el Ayuntamiento han llegado las reclamaciones del utillero y del jardinero del estadio del Camp Nou. Estos empleados ponen en conocimiento del alcalde que el Constància les adeuda dinero desde 2011. El jardinero, Francisco Molina, reclama 17.791 euros como pago de gastos de personal que contrató (y cuyos salarios asumió personalmente) y de material que usó entre 2009 y 2001 para cuidar el césped del terreno de fútbol. El utillero, Roque Orellana, reclama 2.500 euros como pago a su trabajo entre 2010 y 2011. En ambos casos aseguran poseer un reconocimiento de deuda por el que el club se comprometía a pagarles al cobrar la subvención municipal.