­La gran mayoría de localidades de Mallorca vivieron ayer con gran devoción las tradicionales procesiones del Encuentro, una de las jornadas más emotivas de la Semana Santa en la que Jesús resucitado y su madre vuelven a verse las caras entre el júbilo popular. Miles de personas salieron a la calle, en una soleada jornada dominical, para asistir a la última procesión de la Pascua.

En Inca, el Encuentro se produjo en la avenida Jaume Armengol, donde confluyeron las procesiones que salieron de la iglesia de Sant Domingo, con la imagen de la Virgem María, y de la iglesia de Santa Maria la Major, con la figura de Jesús. El momento del encuentro entre las dos comitivas fue saludado con salves y una espectacular suelta de palomas. Posteriormente, se celebró la misa de la resurrección del Señor, en la que los Cossiers de Inca ofrecieron un baile.

En Alcúdia, el acto se conoce con el nombre de ´la processó dels tres botets´. El encuentro entre Jesús y la Virgen se produjo delante del Ayuntamiento ante la atenta mirada de decenas de personas que presenciaban la escena.

La del Encuentro es la procesión más emotiva de la Pascua de Sóller, en la que una coral canta el Regina Caeli cuando se encuentran Maria con su hijo Jesús ya resucitado.

En Lloseta, las cofradías de Jesús Resucitado y de la Verónica fueron las encargadas de organizar la procesión del Encuentro, que se realizó, como es tradicional, frente al anterior edificio de la casa consistorial.

En Santa Maria también se concentró mucha gente en la plaza para asistir a la procesión del Encuentro.

En Llucmajor se produjo una de las anécdotas de la jornada. La misa solemne de Pascua se iniciaba a las 8 h en el convento de Sant Bonaventura y a las 8,10h se registraba una avería eléctrica que dejaba a oscuras el abarrotado templo durante unos veinte minutos. La luz del cirio pascual ayudó a que no parasen las lecturas. Pese a tanta oscuridad no faltó la bacina. El genuino sermó de s´Enganaia, de lo más corto.

Siguiendo en el Migjorn, resaltar la larga fiesta de los quintos de Campos. Curiosamente, el municipio vecino de Santanyí rescató con éxito el Cant de les sales. La entidad promotora de esta recuperación, la asociación cultural Lausa. Más de veinte salers formaron un estol que llevó a cabo una capta de la panada que paró y cantó ante más de veinte casas del pueblo. Los alimentos recogidos, para las Germanetes dels pobres. De las tres tonadas documentadas, ayer se cantaron dos. El próximo domingo, ball dels salers.

En Ariany y Cala Millor se lucieron sentidos encuentros vivientes. En otros pueblos como Sant Joan y Vilafranca los jóvenes quintos demostraron gran implicación y compromiso pascual.