Organiza talleres para enseñar a todo el que quiera a elaborarla

Lo más curioso de este proyecto iniciado por Ferriol y sus amigos es que es altruista. No esconden su secreto y, al contrario, lo comparten con todo el que quiera empezar a elaborar cerveza.

Desde hace un tiempo han comenzado a organizar talleres de fabricación de cerveza artesanal casera. "Para acometer un proyecto empresarial hace falta dinero, mucho dinero, cosa que no tenemos y ante la posibilidad de que se pierda o se apropien de él las multinacionales preferimos difundirlo y compartir la riqueza de su descubrimiento con nuestra gente", dice el joven. Reconoce que estaría dispuesto a desarrollar un proyecto empresarial si algún capitalista quisiera aportar la infraestructura precisa, pero ante la falta de dinero, elabora cerveza para autoconsumo y para regalar a los amigos. A sus talleres han acudido desde artesanos cerveceros a payeses o simples amas de casa que quieren aprender algo nuevo.

Ferriol dice que "compartiendo el secreto estamos fomentando que la gente payesa de Mallorca tenga una nueva utilidad para sus algarrobas. Si las van a vender les dan una miseria y entonces... ¿por qué no elaborar cerveza artesanal en las possessions igual que se elabora la sobrassada?".

El joven productor sostiene que se trata únicamente de "una picada d´abella contra la dejadez del campo mallorquín. Es una solución más para que sea el propio payés quien comercialice sus productos elaborados y consiga una renta mejor". Ferriol lo define de una forma propia: "Yo elaboro cerveza y enseño a hacerlo para enriquecer a la gente de mi alrededor". Su ilusión es conseguir hacer una bebida popular y que quizá algún día la cerveza de algarroba sea un tipo que represente a Mallorca.