Ante los temores expresados por los trabajadores de Calvià 2000 por su futuro laboral tras la privatización, el Ayuntamiento ha argumentado que los 17 empleados del servicio de agua potable a quienes afecta la medida "tendrán la posibilidad de elegir entre incorporarse a la empresa que resulte concesionaria, manteniendo su derecho a retornar a la finalización de la concesión, o bien permanecer en otro departamento de Calvià 2000".

El equipo de gobierno municipal justifica la licitación del servicio por la "disminución de los ingresos municipales".