La solidaridad, la tolerancia, la compasión, el respeto, el diálogo, el perdón... envuelto en un mensaje de plena humanidad fue el núcleo del pregón de las Fires i Festes que anoche pronunció en el patio del Claustre Margalida Antònia Lliteres, la abadesa del monasterio de la Benedictines de la Santa Família de Manacor.

Esta religiosa clamó por el entendimiento y la reconciliación de las personas, la admiración a todos los colectivos "como las mil ONG que hacen un bien inmenso". Luego enlazó el deseo de concordia con el bullicio festivo en el que se sumergirá la ciudad. "El amor transforma todo lo que toca", dijo, no sin antes lamentar que el "espectáculo de nuestro mundo, no se presta demasiado al gozo, a la fiesta... La libertad es cada día más difícil de conseguir", añadió.

Margalida Lliteres tuvo palabras de recuerdo para todas las personas que trabajan por la justicia, "a las que han dado su propia vida por los demás", sin olvidar la ingente tarea de las comunidades de religiosos que "aún sin estar de moda, hemos de reconocer que han hecho y hacen el bien".