Un año más la avenida des Torrent y la plaza Ramon Llull acogieron el viernes un mercadillo de verano, que fue el encargado de abrir la quinta edición de la Fira Nocturna Artística i Artesana, celebrada en honor al patrón de Manacor, Sant Jaume. Unos 200 comerciantes de la ciudad y vendedores ambulantes se instalaron en la calzada para exhibir al público sus productos y creaciones artísticas.

Abundaron los puestos de complementos de moda. El colorido y la originalidad fueron los protagonistas de la muestra artesana que ofreció pendientes, pulseras y collares para todos los gustos. Desde los colgantes más discretos hasta los más extravagantes como la bisutería diseñada con las cáscaras del pistacho pintadas de diversos colores.

La oferta era amplia: libros, ropa, marcos artesanos y todo tipo de elementos de decoración. A la feria nocturna no faltaron los productos tradicionales mallorquines como las cestas hechas de palmito, las bebidas típicas como las hierbas o la gastronomía autóctona como la sobrasada. Además, unas madones se encargaron de hacer una demostración de punto mallorquín.

La música ambientó el mercadillo de verano y animó la fiesta. Primero, el ball de bot en la plaza Ramon Llull aportó el toque isleño a la celebración en honor al patrón Sant Jaume. Luego el grupo Sonor concluyó la primera jornada, que tuvo su continuidad anoche con una exhibición artesanal.