Los artistas callejeros piden «respeto» y rechazan la nueva ordenanza cívica de Palma

Payasos, mimos, malabaristas y artistas callejeros en general rechazan frontalmente la nueva ordenanza cívica del Ayuntamiento de Palma por «criminalizar» su oficio y exigen retirar inmediatamente todos los artículos de la normativa que afectan a este colectivo, puesto que su profesión ya está regulada a través de las normas municipales.

Así se expresó ayer el presidente de Nou Circ Social Balears, David Peralta, que reclamó convocar la comisión de artistas en la calle (que incluye al gremio de payasos, mimos, músicos, pintores y otros oficios similares) para hacer un seguimiento de su actividad. Estos encuentros, señaló, no se celebran desde que comenzó la legislatura, pese a que hasta entonces se llevaron a cabo durante cuatro años cada seis meses y tres meses.

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Según explicó, Nou Circ Social se dirigió a Cort para solicitar estas reuniones, pero no obtuvo respuesta. En lugar de eso, los artistas se han visto afectados por una nueva ordenanza cívica —que ahora está en exposición pública— que les trata como a «delincuentes» y que parece ser «un plagio» de la norma que trató de sacar adelante el ex alcalde Mateu Isern, que fue anulada por el Tribunal Superior de Justicia. Cabe recordar que la normativa prácticamente prohíbe la presencia de músicos y artistas en la calle, a diferencia de la que está en vigor, heredada de la pasada legislatura.

Pese a que el equipo de gobierno municipal se ha mostrado dispuesto a flexibilizar su postura en este ámbito, los artistas han dejado claro su rechazo frontal a la norma y han recordado que la regularización del sector se realizó hace una década a través del carnet de artista de calle: «Como gremio, esto es un insulto», manifestó Peralta, que anunció que la asociación asistirá al próximo pleno municipal para reivindicar ante el equipo de gobierno sus exigencias.

El presidente de Nou Circ Social también aseguró que hay agentes de policía que «no conocen la normativa» y piden a los artistas quitar la música en la plaza Major o en Santa Eulàlia, cuando estos dos espacios son los únicos en los que está permitido el uso del amplificador. Sobre el paseo del Born, insistió en que si se ha producido un «abuso» del espacio por parte de los artistas es porque no se han convocado las comisiones de seguimiento, cuya «responsabilidad» es de Cort.

«Estamos en el siglo XXI y, gobierne derechas o izquierdas, somos una figura como el artesano o el comerciante», subrayó Peralta, que señaló que el uso del espacio público no debe ser exclusivo del comercio y recordó que el oficio de los artistas callejeros contribuye a fomentar la cultura: «Cumplimos estrictamente con el horario y la limpieza del espacio, no ha habido accidentes de circo en nuestra ciudad en los últimos 30 años», destacaron desde la asociación.