Comercios en Palma | La joyería Art d’Or también dice adiós tras 45 años en Blanquerna

Águeda Sánchez está a punto de bajar la barrera de la joyería a la que ha dedicado la mayor parte de su vida, uno de los pequeños comercios icónicos en el barrio de Blanquerna, por la falta de relevo generacional

La joyería Art d'Or, con Águeda Sánchez al frente, está liquidando su género estos días.

La joyería Art d'Or, con Águeda Sánchez al frente, está liquidando su género estos días. / DM

Redacción

La icónica joyería Art d’Or en el barrio de la calle Blanquerna está a punto de sellar un punto y final en su trayectoria cosechada en 1979. Águeda Sánchez, al frente de la tienda desde que abrió hace 45 años, vive con nostalgia sus últimos días vendiendo y exhibiendo joyas de todo tipo: anillos, colgantes, pendientes o incluso aros y relojes en el establecimiento ubicado en el número dos de la plaza Santa Pagesa.

«El local lo abrió mi marido, Jaime Darder. Él estaba en el taller, haciendo joyería artesanal, y yo me puse al frente de la tienda», recuerda la mujer. Durante todos estos años, ha visto crecer a los vecinos del barrio: ha vendido anillos de compromiso y alianzas a matrimonios que ya han celebrado sus bodas de plata, ha puesto pendientes a bebés que se convirtieron en adultos y ha visto joyas que pasan de padres a hijos. El taller, que durante años trabajó a toda máquina, hacía joyas artesanales y por encargo. Ahora en la tienda solo se hacen composturas, pequeños arreglos como soldar una cadena o ensanchar un anillo.

El taller cerró cuando su marido se retiró, hace unos 15 años, y desde entonces Águeda despacha sola en la tienda, pero el negocio ha tenido etapas muy buenas. «Hemos llegado a tener tres joyerias Art d’Or, además de la que está en Santa Pagesa, abrimos una en el centro comercial Porto Pi y otra en la calle Jaume III», cuenta. Las dos se mantuvieron abiertas entre seis y diez años, y cerraron con la crisis financiera que estalló en 2008.

Durante todos estos años, además de superar aquella grave recesión, el matrimonio de joyeros ha vivido y luchado contra la pandemia del coronavirus, las dificultades de adaptar su pequeño comercio a la era digital y la evolución de la moda en joyería, desde los diseños más clásicos hasta las últimas tendencias del sector.

«Ha habido muchos cambios en lo que compran los clientes. Ahora los jóvenes prefieren la plata, aunque por lo general cada vez aprecian menos la joyería y compran más bisutería», apunta Águeda: «Igualmente, a nuestra tienda viene sobre todo gente mayor porque es el tipo de público que más aprecia nuestro producto, saben que una joya es para toda la vida», asegura. El oro, señala, ha «sacado de un apuro» a algunas personas mayores: «Lo compraron hace tiempo a un precio irrisorio, y ahora lo han vendido porque está por las nubes», subraya.

Con 75 años de edad, 45 de ellos al frente de esta pequeña joyería, Águeda se retira y baja la barrera del negocio al que ha dedicado la mayor parte de su vida. El motivo es el mismo que provoca el cierre de decenas de comercios en Palma: no hay relevo generacional. «Tenemos dos hijos, pero tienen sus propias carreras y no han querido seguir al frente de la tienda», aclara el matrimonio.

Así, Art d’Or se suma a una larga lista de joyerías longevas que echan el cierre definitivo. Estos días, está liquidando el género y tiene previsto cerrar en breve el local, que ahora se traspasa: «El día que baje la persiana se me caerán las lágrimas, he pasado muy buenos años en esta etapa y muchos vecinos han venido a despedirse. Pero necesito descansar».

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