El conflicto en la antigua cárcel de Palma explota | Vecinos de la zona, desesperados: «Han venido los okupas de Eusebi Estada»

El aumento de conflictividad en las últimas semanas tensa la convivencia entre los residentes y las personas sin techo

Piden medidas de seguridad como las que se han tomado en Son Busquets: «Que tapien la prisión y bloqueen las puertas»

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

Hace 25 años que los presos y los funcionarios de la antigua cárcel de Palma abandonaron estas dependencias para irse a vivir y trabajar a la nueva prisión, unos cientos de metros más arriba, en la carretera de Sóller. Desde entonces, el obsoleto centro penitenciario se ha convertido en un basurero gigante en ruinas que da refugio a personas sin techo. Los conflictos se suceden una y otra vez y tienen desesperados a los vecinos: venta de drogas, incendios o peleas con frecuencia. Sin ir más lejos, el último enfrentamiento violento, por el que ya hay siete detenidos, fue hace menos de un mes. Uno de los implicados prendió fuego a una celda y hubo varios heridos por arma blanca.

Las reyertas entre personas indigentes ya son habituales en la vieja cárcel, pero esta última fue de mayores dimensiones que todas las precedentes. Los vecinos sospechan que, en parte, la conflictividad ha aumentado porque parte de las personas sin techo que vivían en el asentamiento chabolista del parc de ses Estacions, desmantelado a principios de este año, se han trasladado al interior del centro penitenciario: «Es lógico, dada la situación de emergencia en la vivienda. No todos los habitantes del centro son problemáticos, sabemos que allí viven familias, pero es innegable que desde que han venido los okupas de Eusebi Estada han aumentado los conflictos», asegura el presidente de la asociación de vecinos de Cas Capiscol, Biel González del Valle.

«Estamos muy preocupados. Hay peleas, incendios y escasea la vigilancia policial», aseguran

La entidad lamenta que el equipo de gobierno al frente del Ayuntamiento de Palma haya aparcado el plan que estaba preparado para construir una residencia de estudiantes de la UIB y exige que, por lo menos, busquen soluciones: «Si no quieren tirar abajo la prisión, pedimos que desalojen a los okupas, que bloqueen las puertas, la tapien y garanticen la seguridad, como han hecho en Son Busquets», detalla González del Valle. También insta al Consell de Mallorca a que agilice su plan para construir una rotonda frente a la antigua cárcel.

La presidenta de la asociación de vecinos del Parc de ses Fonts y el Conservatorio, Yolanda Rodríguez, se expresa en palabras similares: «Estamos muy preocupados. Hay incendios, reyertas y escasea la vigilancia policial pese a que es una zona okupada y problemática». Rodríguez va más allá e insinúa que la antigua prisión se ha convertido en un refugio no solo para las personas sin techo de la estación de SFM: «En Son Busquets ya no queda nadie y a algún sitio habrán tenido que ir. También se ha desalojado a los indigentes de Son Espases hace unos días. Creemos que son las mismas personas: se trasladan de un sitio a otro y es posible que ahora se hayan concentrado en la antigua prisión, porque en poco tiempo los han desalojado de varios sitios», reflexiona la dirigente, que destaca que también está muy cerca de la prisión Ca l’Ardíaca, un centro de inserción social al que muchas personas sin techo acuden a comer y asearse.

Del mismo modo, Rodríguez pide medidas de seguridad como las del antiguo cuartel militar: «De momento en Son Busquets ha sido muy efectivo. Hay que vaciar el recinto, limpiarlo y tapiarlo. Y si no van a darle ningún uso, que derriben la cárcel y lo conviertan en un solar vacío», reclama.

Vivienda pública

Cabe recordar que en este solar, la Universitat de les Illes Balears (UIB) había proyectado y presupuestado una nueva residencia de estudiantes, tal y como exigió el rector en numerosas ocasiones.

Sin embargo, los planes han cambiado con el equipo de gobierno del Partido Popular: el concejal de Urbanismo, Óscar Fidalgo, confirmó hace siete meses que el proyecto de la residencia ha quedado descartado por su «inviabilidad», negó la existencia de ningún acuerdo firmado entre la universidad y el Consistorio y anunció que la voluntad de Cort para este espacio es construir vivienda pública. La idea, aseguró en su momento, es ejecutar todo el proyecto «de la forma más ágil y resolutiva y en el menor tiempo posible», pero la antigua prisión no ha vuelto a ser noticia más que por las peleas, los incendios y los altercados entre okupas.

SFM desalojó la estación a finales de enero

SFM desalojó la estación a finales de enero / Guillem Bosch

La antigua estación, sin uso tres meses después

La antigua estación de autobuses de Eusebi Estada continúa sin uso tres meses después de haber sido desalojado el asentamiento chabolista que había allí. Preguntados por este diario, desde Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) se limitan a asegurar que la intención es recupera este espacio para la ciudad y que vuelva a tener un uso público, como ya dijeron en su momento. Los propios vecinos de la zona reclamaron durante tiempo desalojar la antigua estación por la elevada conflictividad entre sus ocupantes, además de suciedad y ruidos.

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