Diumenge de l'Àngel en Palma: Muchos dragones en Bellver

El ‘pancaritat’ laico y reivindicativo de Ciutat tiene un nuevo enemigo contra el que recogieron firmas: Las placas solares en suelo rústico

Raquel Galán

Raquel Galán

El protagonista del Diumenge de l’Àngel tranquilizó durante su paseo a los reivindicativos vecinos que subieron a Bellver a comerse las últimas panades de Pascua y protestar para mejorar sus barrios. Sin embargo, el paso laico del pancaritat palmesano cada vez lo tiene más difícil, ya que año tras año aumentan los problemas contra los que luchan las entidades ciudadanas.

A los dragones ‘reales’ que acompañan al Àngel, como el Drac de na Coca y el nuevo de la Federación de Asociaciones de Vecinos (el chino que estrenaron el año pasado), se han sumado muchos enemigos que lanzan fuego por la boca o humo por las chimeneas y tubos de escape. Son los cruceros y los jets privados que participan en el animado pasacalles desde hace varios el Diumenges de l’Àngel, aunque esta edición ha aparecido una nueva amenaza: Las placas solares en suelo rústico.

Recogida de firmas

La plataforma Renovables sí, però així no, formada por una veintena de entidades, no desfiló por la explanada del castillo de Bellver porque estaba atareada recogiendo firmas de paseantes contra la ocupación del campo por parte de las multinacionales de las energías renovables. Para mostrar gráficamente la gravedad de la situación, explicaban a los interesados que estos proyectos «equivalen a la extensión de 180 campos de fútbol juntos», símil muy apropiado sobre todo ayer, que tanto se hablaba de la final de la Copa del Rey con el Mallorca. En Palma hay más de una decena de proyectos y 68 en tramitación en toda la isla, incluso en suelo rústico protegido.

Otras reivindicaciones de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma son «detener la excesiva afluencia de cruceros y mejorar el transporte público con más frecuencias y líneas más amplias y fieles», en palabras de Marisa Bonache. En las carpas que se destinaron a las entidades vecinales también hubo espacio para las actividades lúdicas, como el taller de nubes de algodón con lluvia de colores de la asociación Nova Son Cotoner, el de dimonis verdes hechos con cilindros de papel de váter de s’Estol Rafaler y el de la ONG Greenpeace sobre movilidad sostenible, en el que participaron Leo y Toni antes de llevar una pancarta reivindicativa durante el pasacalles.

Pasacalles

El desfile, que empezó a las 13,30 horas, estuvo encabezado por la banda de música s’Almudaina, cuya interpretación de Paquito el chocolatero, Seven Nation Army y Living la vida loca animó todavía más la concurrida celebración. Comenzaron a avanzar los dos Gegants xeremiers de Cort, a los que siguieron los de Son Rapinya y Son Cladera, los Caperrots del Rafal Vivero, la Cucafera del Rafal Vell y los Cavallets y el Dimoni Gros de s’Estol. De las escaleras del castillo de Bellver descendió el dragón chino, que precedió al protagonista, el paso del Àngel, y la comitiva continuó con el avión y el crucero reivindicativos y una enorme pancarta en la que se leía Escolteu els barris.