Otro hotel boutique en Palma: La antigua casa museo Torrents Lladó reabre como hotel Portella

El establecimiento de cinco estrellas tiene 14 habitaciones diseñadas por el estudio de interiorismo parisino Festen junto con el estudio Gras Reynés Arquitectos

M. Elena Vallés

M. Elena Vallés

La antigua casa museo Joaquim Torrents Lladó acaba de reabrir sus puertas en Palma como hotel boutique. Un establecimiento de cinco estrellas con 14 habitaciones diseñadas por el estudio de interiorismo parisino Festen, en su primera incursión en España, junto con el estudio Gras Reynés Arquitectos.

La historia del edificio que ahora es hotel está íntimamente ligada al arte y la cultura de Palma. Originalmente construido en el siglo XVII, este palacio albergó recientemente un museo dedicado al pintor Torrents Lladó. Contemporáneo de Tàpies y el poeta Robert Graves, este artista figurativo hizo del edificio su hogar hasta su fallecimiento en 1993. En este sentido, el hotel ha conservado parte del espíritu del artista, honrando las contribuciones que hizo en el edificio durante su proceso de rediseño.

El hotel comparte nombre con la puerta renacentista de la Portella, que data del siglo X, que fue uno de los primeros accesos principales a la ciudad. Algunas de sus espaciosas habitaciones pueden unirse para formar suites generosas de hasta 80 metros cuadrados, equipadas con cocinas personalizadas y bañeras independientes.

Artesanos locales

El deseo de fusionar lo tradicional con la historia local se convirtió en el pilar del diseño del hotel por parte de Festen. En su debut en España, Festen ha colaborado estrechamente con artesanos locales para materializar su visión, que prioriza la optimización del espacio, la luminosidad y la funcionalidad, mientras resalta características originales y los materiales autóctonos, como las impresionantes rejillas de ventilación de cerámica y la carpintería de las ventanas. Los suelos, hechos de terracota local, presentan dibujos inspirados en los de los Baños Árabes. En la decoración del hotel también ha colaborado Gordiola.

¿Quién es el propietario del hotel?

La familia Miró-Sans adquirió este histórico palacio hace siete años y lo restauró. Portella está bajo la dirección y gestión de Enrique Miró-Sans, cuya hermana Inés, reconocida por su éxito en Casa Bonay de Barcelona, ha dejado huella en la hotelería independiente. Portella representa el segundo proyecto de la familia, siguiendo los pasos de Casa Bonay y otros proyectos ya en el horizonte.