Luz verde al hotel de superlujo junto al campo de golf de Puntiró
El ayuntamiento de Palma asegura que la concesión de la licencia es «puro trámite» al estar aprobada desde 2022
El hotel se construirá como oferta complementaria del golf. | / irene r.aguado. palma
El concejal de Urbanismo, Óscar Fidalgo, anunció ayer que el ayuntamiento de Palma ha autorizado la licencia de obra a la empresa Golf Park Entertainment Mallorca S.A. para construir un hotel de cinco estrellas en una finca junto al campo de golf de Puntiró, en la carretera vieja de Sineu.
El proyecto tiene un presupuesto de 10,2 millones de euros y se autorizó en la gerencia de Urbanismo ayer, pero su historia se remonta al año 2006, la primera vez que la empresa pidió autorización para construir este hotel de cinco estrellas. El asunto no se resolvió hasta diez años más tarde y el Consell denegó la autorización al establecer que no se podría implantar en terrenos que tuvieran la calificación de áreas de interés agraria.
La empresa, disconforme con esta medida, acudió a los tribunales y a finales de 2018 una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears le dio la razón y anuló la decisión del Consell de Mallorca. Sin embargo, para aquel entonces ya había caducado el informe de impacto ambiental, por lo que los trámites se tuvieron que iniciar de nuevo.
173 habitaciones
De esta manera, tal y como recordó el concejal de Urbanismo, la segunda solicitud se presentó en 2019 y el proyecto de obra se aprobó en marzo de 2022, así que la decisión de conceder la licencia de obra es una cuestión de «puro trámite» para el equipo de gobierno actual.
Así, se prevé que la empresa pueda comenzar próximamente a construir el edificio, después de casi 17 años de solicitarlo por primera vez. Según la sentencia que en su día dio la razón a la empresa, el establecimiento turístico contará con 173 habitaciones de lujo y una capacidad para 348 huéspedes. En principio, Golf Park Entertainment aseguró que su intención es que el hotel se convierta en una oferta complementaria del campo de golf, que viene funcionando desde el año 2006, cuando se solicitó la primera autorización.
En todo caso, tanto los campos de golf como los establecimientos turísticos suelen generar protestas y denuncias por parte de grupos ecologistas como el GOB, que alegan restringir el uso de agua frente a la crisis hídrica que sufre la isla.
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