Barrios con problemas de terrazas y ocio nocturno responden a Robledo: "Sus declaraciones son un chiste de mal gusto"

Las declaraciones vertidas por Alfonso Robledo, presidente de Restauración CAEB, en una entrevista publicada el pasado domingo en Diario de Mallorca, "son un chiste de muy mal gusto si no fuese porque probablemente las dijo en serio", han expresado en un comunicado conjunto la asociación Barri Cívic de Santa Catalina y Es Jonquet, la asociación Sa Llotja Born, la asociación de vecinos Puig de Sant Pere y la Plataforma de vecinos de Son Espanyolet.

Estos representantes vecinales de barrios de Palma que sufren la problemática del ruido causado por las terrazas y el ocio nocturno han expresado su indignación por algunas de las declaraciones del presidente de esta patronal que, entre otras cosas, señaló que "los bares y restaurantes estamos preparando demandas contra los vecinos por el acoso” o "lo que quieren es vivir en una zona residencial, cuando no lo es. No puedes querer vivir en Santa Catalina y creer que estás en Sineu". Declaraciones que han provocado un reguero de críticas.

"Nuestros barrios son residenciales, claro que sí, barrios habitados por personas que también trabajamos duro en tantos otros sectores imprescindibles para la sociedad, que queremos ser respetados y que no consentimos que se nos maltrate hasta en nuestras casas", han expressado los vecinos en el comunicado.

"En los últimos años se ha ido consolidando la tendencia de usar el espacio público para uso privado. El problema ha surgido cuando se ha roto el equilibrio, se han sobrepasado todos los límites tolerables y esta sobreocupación ha generado graves problemas de convivencia. Hemos llegado a un punto en que el sector de restauración, tan crecido y tan acostumbrado a que se le trate con mucha tolerancia, parece que se apropia de esta posición dominante despreciando los derechos ciudadanos fundamentales de los residentes", han añadido.

"Los residentes molestamos"

Asimismo, los firmantes del comunicado han subrayado que "el descontrol de esta actividad nos ha llevado al absurdo de que parezca que los residentes molestamos, de que deberíamos irnos a vivir al extraradio o a los pueblos dejando que la ciudad se convierta en un escenario de cartón piedra para uso y disfrute del sector del ocio; un parque temático al aire libre donde todo es posible".

Los vecinos han expresado su acuerdo con Robledo en que "hay demasiados bares, la restauración está muy saturada", y han considerado "urgente" que el Ayuntamiento de Palma "se tome en serio el problema de una vez" porque  "el derecho al descanso, a tener una ciudad limpia, accesible, segura no es un capricho, son derechos ciudadanos básicos que hay que respetar".

Finalmente, han incidido en que la contaminación acústica y medioambiental que sufren sus barrios "es un problema de Salud Pública" y han reclamado ponerle freno: "El descontrol de una actividad tan extendida, el creciente estilo de ocio de excesos basados en el consumo de alcohol y otras drogas genera un grave problema social que por el bien de todos se debe afrontar y no debe quedar enmascarado con una lectura únicamente económica y laboral".