La tormenta provoca graves daños en el puente del tren de Son Cladera

Las fuertes rachas de viento doblan la barandilla de la pasarela de Can Foradí, muy deteriorada por el vandalismo y la falta de mantenimiento

Los vecinos insisten en la sustitución de esta infraestructura por un paso subterráneo

La tormenta venció la barandilla de la pasarela de Can Foradí.

La tormenta venció la barandilla de la pasarela de Can Foradí. / AA.VV. Son Cladera

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

La tempesta que azotó Mallorca este domingo provocó daños importantes en la pasarela elevada de Son Cladera que conecta este barrio con Son Fuster Nou y Es Vivero por encima de las vías del tren. Las fuertes rachas de viento doblaron la barandilla de la parte superior de esta infraestructura que lleva años deteriorándose por el vandalismo, el paso del tiempo y la falta de un mantenimiento adecuado por parte de las administraciones, tal como llevan denunciando los vecinos durante últimos años. 

Ascensor completamente vandalizado.

Ascensor completamente vandalizado. / Enrique Calvo

La barandilla, como toda la estructura metálica de la pasarela de Can Foradí, estaba oxidada y en mal estado. Para la asociación de vecinos de Son Cladera y el Col·lectiu Embat la escasa resistencia de la infraestructura ante el empuje de la tormenta confirma la necesidad de eliminarla y sustituirla por un paso subterráneo

Recogida de firmas

Asimiso, recuerdan que los dos ascensores están rotos al menos desde principios de 2022, lo que impide que personas mayores y con movilidad reducida puedan cruzarla por unas escaleras que también están en mal estado. De este modo, los vecinos han iniciado una recogida de firmas para forzar al Ayuntamiento de Palma y al Govern, que tiene las competencias en el transporte por tren, a que encuentre una solución.

«Es el único paso que nos permite ir directamente a la calle Aragó, pero el ascensor siempre está roto. Y en Son Cladera hay un porcentaje muy alto de gente mayor que no puede pasar por allí y que tiene que dar un rodeo enorme. Es una vergüenza cómo está desde hace años», lamentó el pasado jueves Esther Sosa, presidenta de la asociación de vecinos de est barrio.