Gent de Ciutat

Maribel y Alejandra Bordoy: «En Pere Garau es donde está el futuro de Palma»

Las gemelas Maribel y Alejandra Bordoy, que regentan una galería de arte en el centro de Palma, alternan ahora ese trabajo artístico con un proyecto de comida mediterránea saludable en el barrio de Pere Garau

Las hermanas Bordoy, de galeristas a restauradoras

E. Calvo

Pere Estelrich

¿Qué es para ustedes Palma?

Maribel (M). Algunos dicen que es la mejor ciudad para vivir, un tópico que nos ha metido en un buen lío, pues son muchos los que quieren vivir en ella y casi no cabemos.

Más allá de la frase hecha, nosotras vivimos intensamente la ciudad. La vivimos en mayúscula, pues vivimos en el barrio de Sant Agustí y trabajamos en dos zonas muy diferentes: Porta de Santa Catalina, con una plaza absolutamente luminosa y diáfana en la que juegan los niños y las familias van a la biblioteca de Can Sales, y Pere Garau, en una esquina cerca de la plaza de las Columnas. Con lo que podemos decir que conocemos y vivimos la periferia y el centro, o los centros, pues Palma tiene diversos centros sobre los que orbita.

Alejandra (A). Y nos movemos, siempre que podemos, utilizando el transporte público, sobre todo en invierno. Además, nuestros hijos también lo utilizan para ir al colegio o para bajar a casa de unos amigos. Cada día realizamos una especie de gimcama que sale de nuestra casa y vuelve a ella, pasando por sitios muy diversos. Y todavía hoy en día descubrimos rincones, casas y paisajes que nos habían pasado por alto. Siempre hemos creído en el transporte público. De pequeñas, ya nuestros padres nos acostumbraron a utilizarlo. Incluso se movieron para conseguir un pase económico, un bono bus para estudiantes, que no existía.

¿Cómo ha cambiado Sant Agustí con el tiempo?

A. Nuestros padres heredaron la casa de veraneo de nuestros abuelos y la convirtieron en la residencia habitual. Así que, de pequeñas, para nosotras Sant Agustí era el sitio para salir a la calle a encontrarte con la pandilla y jugar en las rocas o en la playa. Ahora eso ha cambiado y ya es un barrio más de Palma, con mucha más gente que vive todo el año y con una cierta dosis de saturación. Nuestros hijos no pueden vivir esas experiencias que nosotras les contamos y que sí tuvimos la suerte de experimentar.

M. Pero esos cambios se han producido también en otros lugares de Palma. La misma zona de Sa Llotja, en la que abrimos nuestro primer local hace veintidós años, en la calle Sant Joan, ha cambiado. Cerrábamos por la noche la pequeña galería y al salir era como transitar por una tierra de nadie. Un desierto. Y ahora, mire cómo está el barrio a cualquier hora del día: intransitable.

Las hermanas combinan arte y restauración.

Las hermanas combinan arte y restauración. / Enrique Calvo

¿Cómo es su entrada en el mundo del arte?

A. El ambiente familiar favoreció ese interés.

M. Nuestros padres solían visitar exposiciones e incluso compraban cuadros. Y lo hacían como una actividad conjunta, familiar.

A. Luego vino la escuela, el colegio Pedro Poveda, en el que tuvimos profesores que favorecieron la parte creativa de los alumnos. Y finalmente pudimos estudiar el bachillerato artístico, que prácticamente inauguramos nosotras, pues era nuevo en Palma.

Hablemos de la oferta artística de Palma.

M. Hay una oferta muy ecléctica. Palma es una ciudad artística, que ofrece mucho y muy variado a los posibles compradores, que los hay y muchos. En nuestro caso intentamos centrarnos en el arte mediterráneo para poner en valor esos artistas que van desde el arte conceptual hasta el arte sostenible. Nos interesan los artistas que utilizan elementos naturales como la madera, reciclados, lino, telas, papeles hechos a mano, colores naturales a partir de plantas… Apostamos por jóvenes a los que les falta el reconocimiento y la validación como artistas consagrados. Y esto siempre es un reto.

A/M. (conjuntamente). Desde los inicios como galeristas, hemos creído mucho en el valor artístico y humano de nuestros creadores, nos gusta crecer con ellos.

"Nos gusta hacer de mediadoras y asesorar"

¿Cuál es el perfil del comprador de arte en Mallorca?

M. Coleccionistas y compradores puntuales, pero, en nuestro caso, personas que sienten pasión por el arte, que son conscientes del valor que tienen las obras, más allá del mercantilismo. No vendemos a cualquiera por vender, nos gusta hacer de mediadoras, convencer y asesorar a las personas que entran por la puerta de ABA, tanto si son expertos como si no. Queremos darles un servicio más allá de si compran o no. Queremos que ABA sea un espacio para descubrir cosas y vivir experiencias.

Y siempre con ese sabor del arte del Mediterráneo.

A. Lo mediterráneo nos apasiona. En arte primero, pero ahora también nos interesa la cocina de esta zona geográfica, que es la nuestra.

Y para ello han abierto un restaurante de cocina mediterránea. Una licenciada en historia del arte y una politóloga, hermanas, combinan el mundo de las exposiciones con el de la restauración. ¿Cómo se come esta alternancia?

A. Nunca mejor dicho lo de «se come» (sonríe). Pues curiosamente descubrí muchos elementos mediterráneos, entre ellos la cocina, viviendo en Bruselas, una ciudad cosmopolita y en la que conviven múltiples culturas. Así que, pasados los años y dándole vueltas al elemento artístico, nos preguntamos: «¿por qué no combinarlo con elaborar comida». Y así nació Muaré, que no es solo un espacio para comer o cenar, es también un espacio para el encuentro. De hecho, el nombre ya es en sí un elemento más, pues proviene de una palabra latina que sirve para indicar esos efectos de aguas de colores que producen algunas telas cuando se superponen.

M. Y con la vertiente artística muy metida en el proyecto, pues todo lo que hay aquí, en Muaré, desde los elementos para servir la comida, hasta las lámparas, pasando por las vasijas, todo tiene su punto artístico o artesano. Lámparas y botellas de vidrio de Gordiola, cerámica de Pòrtol, alfombras de llatra de Capdepera… Nada es casual. Todo tiene su por qué. Y todo ello junto a una búsqueda del sabor genuino, original. ¿Cómo se cocinan las berenjenas en el Líbano? ¿Cómo se cuecen los pimientos en Siria? Y así, poco a poco, introdujimos lo mejor de cada cocina tradicional. Y con una pandemia entre medio, justo después de haber puesto en marcha el proyecto. Así que tuvimos que reinventarnos combinando el directo del servir en el restaurante con el servicio a domicilio.

A. Y todo elaborado con productos frescos, comprados diariamente en el mercado de Pere Garau.

M. Y es que el mercado atrae una vida en la calle muy particular. La zona de Columnas/Pere Garau tiene vida en la calle incluso los domingos, con vecinos comprometidos con el entorno y familias provenientes de muchas partes del mundo.

A/M. (conjuntamente). No es exagerado afirmar que aquí, en Pere Garau, es donde está el futuro de Palma.

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