El bilingüismo se instala en el ayuntamiento de Palma: Cort cambia la norma a instancias de Vox para equiparar catalán y castellano

El PP cede a la ultraderecha, instala el bilingüismo y el dominio web de Cort pasa de .cat a .es

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

Ya está aprobada una de las primeras iniciativas del nuevo ayuntamiento de Palma: modificar la normativa lingüística municipal para que la administración atienda a los ciudadanos y les ofrezca información en catalán y en castellano. De esta manera, ya no hará falta una petición expresa para comunicarse con Cort en español. Si el interesado se dirige al Ayuntamiento o a alguna de sus empresas municipales en castellano, recibirá la respuesta en esta misma lengua y viceversa. Además, el dominio del Consistorio en internet será sustituido de palma.cat a palma.es.

Instalar este bilingüismo fue una de las propuestas de Vox más polémicas del pleno este jueves, aprobada con los votos del PP y con el rechazo de toda la izquierda. Hasta ahora, en las comunicaciones oficiales de Cort predominaba el catalán y hacía falta una petición expresa para recibir sus informaciones en castellano, un uso «discriminatorio» para parte de la ciudadanía, alegó la ultraderecha. La aprobada este jueves es una de las 12 medidas que Vox presentó hace más de un mes con el objetivo de que se pongan en marcha «cuanto antes». Por su parte, el número dos del alcalde, Javi Bonet, aseguró que aunque la moción se aprobó este jueves, este nuevo equipo de gobierno ya la aplicaba: «No nos escondemos, esta era nuestra intención y lo llevábamos en el programa electoral».

Que los ‘populares’ cedieran ante la propuesta de la formación ultraconservadora fue una muestra más de su clara sintonía. La medida salió adelante pese a la dura intervención de los miembros de la Obra Cultural Balear (OCB) en el pleno. Alegaron que modificar esta norma equivale a «romper el consenso» en una materia «tan sensible» como la del uso del catalán, y que cualquier cambio en la regulación de los usos lingüísticos institucionales y administrativos requiere de este consenso político y social: «No puede verse sometido a cambios coyunturales en la correlación de fuerzas políticas de la corporación», lamentaron desde la OCB, que se plantea recurrir la medida en los tribunales.

Los miembros de la asociación de vecinos de Son Sardina también intervinieron para mostrar su rechazo. Su portavoz recordó que en Palma hay dos lenguas oficiales, «pero tienen condiciones diferentes», puesto que solo en castellano se puede hacer cualquier trámite y vida normal. «El catalán es la lengua que se tiene que promover porque es la que no está en todos los ámbitos de la sociedad», subrayaron.

Ni los argumentos de las entidades ni el rechazo de toda la izquierda, que defiende que así se rompe un «consenso histórico», convenció a los concejales de PP y Vox. La medida aprobada, además, generó confusión las primeras horas; la OCB y los grupos municipales en contra alegaron que el reglamento de Normalización Lingüística se aprobó por unanimidad en 1987 y no se ha vuelto a modificar desde entonces, ni siquiera se atrevieron Isern, Cirer o Fageda. Sin embargo, el PP aclaró que la aceptación de esta moción no implica modificar el reglamento del 87, sino una normativa de grado menor, y por tanto Martínez no sería el primer alcalde de la historia en modificarlo.