Cort pagará al policía local de Palma que está en prisión el sueldo que no cobró

El Ayuntamiento de Palma lo suspendió de empleo más tiempo del reglamentado tras ser condenado por el caso de Sonia Vivas

Rafael Puigrós, sentado en el banquillo junto a los otros dos acusados durante el juicio.

Rafael Puigrós, sentado en el banquillo junto a los otros dos acusados durante el juicio.

J.F.M.

 El Ayuntamiento de Palma ha llegado a un acuerdo con el expolicía local Rafael Puigrós, que está en la cárcel por el caso de Sonia Vivas, para devolverle el dinero del sueldo que dejó de cobrar durante el tiempo que estuvo suspendido. La cantidad económica que recibirá ronda los 70.000 euros, que corresponden a los complementos que dejó de percibir debido a la medida disciplinaria que se le impuso, tras ser condenado por la Audiencia de Palma. Además, el Ayuntamiento de Palma ha decidido que no le reclamará los 55.000 euros, que le había exigido por el sueldo que entendía que no tenía derecho a cobrar.

El periodo de suspensión de este funcionario solo se podría prolongar durante un periodo de 30 días. Sin embargo, el Ayuntamiento de Palma tomó la decisión de prolongar esta suspensión durante más de tres años. En concreto, se prolongó su suspensión desde el día 6 de marzo del año 2018 hasta el 18 de junio de 2021. Esta medida se acordó desde que fue juzgado en la Audiencia de Palma por el caso de homofobia contra la exconcejal de Podemos, hasta que el Tribunal Supremo confirmó la sentencia condenatoria. Durante este periodo de tres años Puigrós solo cobró el sueldo base, de alrededor de unos 600 euros, pero dejó de percibir el resto de complementos, que ahora recibirá en un único pago después de la negociación que ha mantenido su abogado Andrés Buades, con los responsables del Ayuntamiento de Palma. La cantidad que no cobró ronda los 70.000 euros. Este acuerdo no supone ningún tipo de indemnización para un expolicía que está en estos momentos en prisión, sino que se trata de pagarle el sueldo que le correspondía por el periodo en el que estuvo suspendido irregularmente después de ser condenado a tres años y cinco meses de prisión. Fue declarado culpable de coacciones, denuncia falsa y falso testimonio.

Rafael Puigrós se encuentra en estos momentos preso en una cárcel de la Península. Debido a que se siente víctima de una persecución del exjuez Penalva y el exfiscal Subirán, no ha aceptado nunca ser el autor de los delitos por los que fue condenado. Por ello no ha disfrutado de ningún permiso pernitenciario, si bien en breve saldrá de prisión en libertad provisional. Lo cierto es que Puigrós no está en prisión por orden de Penalva y Subirán. Fue condenado por tres magistradas de la Audiencia de Palma, que declararon como ciertos los episodios de persecución que protagonizó Puigrós y su compañero Alberto de Juan contra Sonia Vivas, por su condición de lesbiana. Las magistradas, sin embargo, entendieron que estos hechos tan graves habían prescrito. El expolicía fue condenado porque al tener noticias de que le habían denunciado fue a visitar a una expareja de Vivas y le indicó que fuera con cuidado con lo que contara porque sabía donde vivía. En este episodio de coacción también intervino el otro policía denunciado. Además de esta coacción, Puigrós, para atacar el prestigio de Vivas presentó una denuncia falsa contra ella, acusándola de maltratar a un detenido en los calabozos de la Policía Local. Sin embargo, en la fecha que se indicaba en la denuncia Vivas no había acudido a trabajar, por lo que se demostró que el episodio era falso.

Antes de que Puigrós ingresara en prisión su caso ha sido analizado, al menos, por una docena de jueces. La condena fue dictada por la Audiencia de Palma, pero la sentencia fue más tarde ratificada por el TSJB y por el Tribunal Supremo. En ninguna de estas últimas actuaciones judiciales intervino ni Penalva, ni Subirán, ya que su papel se limitó a instruir la denuncia y llevar el caso a juicio.

Debido a la condena Puigrós ha perdido su condición de funcionario y ha sido expulsado de la Policía Local de Palma. Algunos compañeros y familiares han iniciado una campaña para pedir que se reabriera su caso, pero ninguna de estas iniciativas ha tenido el más mínimo éxito. También se llevó a cabo una manifestación de apoyo al policía preso, a la que acudieron muchos de sus compañeros, que consideran a Puigrós una víctima y no un delincuente, como han establecido todos los jueces que le han juzgado por el caso de Sonia Vivas. Poco antes de ingresar en prisión, en una época de restricciones de horarios por la pandemia sanitaria, se organizó un homenaje contra el condenado en la antigua cafetería del cuartel de San Fernando. Sus compañeros quisieron mostrarle su apoyo, a pesar de la gravedad del relato que se establecía en la sentencia en la que fue condenado.

Una vez que salga de prisión no se descarta que Puigrós pida su reingreso en la Policía Local, una petición que debe ser aceptada, o rechazada, por el propio Ayuntamiento de Palma.